Los productores aceleraron en los últimos días las trabajos de siembra de maíz con destino a grano ante la inminencia de un nuevo frente de tormenta. Según los relevamientos, la campaña 2025-2026 alcanza un progreso del 6,2% de las 7,8 millones de hectáreas proyectadas, con fuerte dinamismo en Córdoba y la zona núcleo.

 En la primera, la buena disponibilidad hídrica impulsa una siembra temprana que podría llegar al 25% de los planteos (10 puntos más que en el ciclo previo), mientras que en la región núcleo la humedad disponible favorece que la modalidad temprana supere el 80% del área zonal.

En paralelo, el girasol avanza a un ritmo firme, con un progreso intersemanal de 1,2 puntos porcentuales que lleva el total implantado al 25,6% de las 2,6 millones de hectáreas proyectadas. El ritmo es superior al promedio de las últimas cinco campañas y al ciclo anterior. 

Las tareas se concentraron en el centro-este agrícola (Núcleo Norte y Entre Ríos), mientras que en el centro-norte santafesino se dio prioridad al maíz. En las áreas ya sembradas del norte del país, las implantaciones muestran un buen desempeño luego de las precipitaciones recientes.

El trigo, por su parte, se ve beneficiado en el NEA por las lluvias de esta semana, que favorecen a los lotes en etapas de espigazón y llenado de grano, que abarcan al 93% del área implantada. En el centro y sur agrícola, la abundante humedad disparó aplicaciones de fungicidas para controlar royas y mancha amarilla, mientras que algunos lotes presentan clorosis y lavado de nutrientes por anegamiento. De todos modos, el 97,1% de la superficie mantiene condición de "normal a excelente", con más de la mitad (54,6%) en estadíos críticos, lo que sostiene expectativas productivas elevadas.

En el caso de la cebada, el 91% del área implantada cuenta con condición hídrica entre adecuada y óptima, lo que permite que el 88% de los cultivos se encuentren en estado "normal o bueno". Actualmente, el 66% de los lotes transita pleno macollaje, mientras que un 32% inició la encañazón, sobre todo en la región central. En los núcleos cebaderos del sur, el 82,5% de los cultivos mantiene condición "normal o buena" y la aplicación de fungicidas se intensificó tras las últimas precipitaciones.