Carne: sube el precio de la hacienda en Liniers, pero por ahora no se traslada a las góndolas
En el Mercado de Liniers se llegaron a pagar valores récord de 199 pesos el kilo por novillitos y vaquillones de buena calidad. Esta situación se origina en la menor disponibilidad de hacienda y según estimaron desde la industria, no se revertirá en el corto plazo
Los precios de la hacienda en el Mercado de Liniers siguen en alza, pero el sector abastecedor y las carnicerías absorben estos incrementos para no trasladar estas subas al mostrador. La industria frigorífica ratificó esta situación, en un escenario de caída de los niveles de faena, menor consumo y bolsillos que no pueden convalidar más subas. Ante este panorama, las posibilidades de baja en los precios en el corto plazo no son viables.
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), explicó que la caída del 10% en la faena de enero y febrero “justifica que los precios de la hacienda se sostengan e incluso aumenten”. Los precios de la hacienda en los últimos remates del Mercado de Liniers dan la razón al directivo. En la última rueda comercial de ese mercado concentrador, por lotes puntuales de consumo se llegaron a pagar 199 pesos, tanto en novillitos como vaquillonas. Ante la falta de hacienda de calidad, los compradores convalidan valores más altos cuando salen a la venta lotes de buena terminación.
En las últimas semanas, la disponibilidad de cabezas de ganado en Liniers se vio afectada, situación que se trasladó a los mostradores de las carnicerías, con aumentos que oscilaron entre los 70 y 100 pesos por kilo. “El consumo está destruido, si bien entra la misma cantidad de gente a las carnicerías, se venden menos kilos”, reconoció a BAE Negocios un operador del sector de abastecedores. En este escenario, el consumo sigue sin repuntar y se mantiene en los niveles más bajos de los últimos quince años, por debajo de los 50 kilos anuales por habitante.
La misma fuente advirtió que los últimos aumentos en los mostradores no acompañaron a la suba de los precios de la hacienda. “La rentabilidad está afectada, tanto abastecedores como carnicerías no pueden transferir estos precios”, admitió. A este panorama complejo, se suman las recientes lluvias en las principales zonas productoras, que impactarán en el nivel de carga de hacienda, que será menor en los próximos días.
En su último informe mensual, Ciccra remarcó que los mostradores de las carnicerías del Gran Buenos Aires no fueron capaces de ajustar los valores de los cortes vacunos en igual medida a la suba de la hacienda. En relación al consumo, estimaron que durante el primer bimestre del año sufrió un recorte de 3,2% en la comparativa interanual. Luego del pico de 2008, cuando en Argentina se consumían 68,9 kilos anuales por habitante, el año empezó con 49 kilos, número que permite visualizar una caída de casi 20 kilos en la ingesta de carne vacuna en los últimos trece años.
Esta tendencia alcista en los precios de novillitos y vaquillonas no cederá, al menos en las próximas semanas. “Los valores se sostienen e incluso aumentan, pero solo se traslada al mostrador el 1%, situación que ratifica la dificultad que tiene el abastecimiento a nivel de carnicerías y que absorbe junto al carnicero los márgenes de utilidad”, analizó Schiariti. El titular de Ciccra reforzó esta idea y argumentó que a causa de las lluvias, los ingresos de hacienda caerán y será otro factor que tendrá incidencia en el precio de los bovinos.
Otra variable que suma presión alcista es el bajo nivel de encierre en los feedlots, situación que se origina a partir del desfasaje de precios entre invernada y gordo. A finales de noviembre, y de acuerdo a estadísticas de la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), se empezó a percibir un menor ingreso en los corrales de engorde, situación que genera menor disponibilidad de carne.