Las empresas ganaderas incrementaron su nivel de endeudamiento en un 86% durante 2024, al expandir su pasivo en 395 millones de dólares, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). El estudio advirtió que el saldo de deuda del sector pasó de USD457 millones en diciembre de 2023 a USD852 millones al cierre de este año.

Si bien esta cifra representa un salto significativo en relación interanual, la BCR aclaró que “medido en dólares, el monto total adeudado a fines de 2024 se encuentra ligeramente por debajo del promedio histórico de la serie que abarca de 2007 a 2024”. En ese período, el máximo nivel de endeudamiento se registró en 2017, con USD1.406 millones, mientras que el mínimo fue en 2007, con USD378 millones.

 

¿Por qué aumentó el endeudamiento ganadero?

El informe señaló que la suba de los pasivos podría estar vinculada al intento de financiar la retención de hacienda o nuevas explotaciones productivas. “Será un punto a analizar con los indicadores que se consoliden en los próximos meses”, advirtió el reporte.

Del total adeudado a fines de 2024, un 22% corresponde a préstamos en moneda extranjera, equivalentes a US$184 millones, mientras que el resto son préstamos en pesos convertidos a valor dólar, por US$668 millones. La BCR destacó que este año se dio una fuerte recuperación del crédito en dólares, algo que no se veía desde 2019.

Diferencias con la agricultura

A diferencia del agro, donde hay mayor acceso a financiamiento comercial, la ganadería sigue operando con un esquema limitado de crédito externo. La compra de hacienda, uno de los principales costos iniciales, suele financiarse con plazos comerciales entre productores, una forma de autofinanciación informal que no cubre necesidades como la retención de vientres o el alargamiento de los ciclos de engorde.

Esta falta de instrumentos crediticios adecuados —sostiene el informe— se refleja en el estancamiento estructural del sector: sin crecimiento en el stock de cabezas ni en la producción de kilos de carne.