La próxima campaña de trigo y cebada podría generar divisas por 4.000 millones de dólares y un volumen récord de cosecha, según estimaciones privadas. Con un escenario de precios sostenidos en los próximos meses y una demanda internacional que no decrece, desde el Gobierno estiman que se puede aumentar el área sembrada para el ciclo del cereal 2021/22, que dará inicio en dos meses.

En el marco de un webinar organizado por la subsecretaría de Mercados Agropecuarios, funcionarios y analistas del sector privado anticiparon cómo será la próxima campaña fina. El titular de esa cartera, Javier Preciado Patiño, señaló que el objetivo será superar las 7 millones de hectáreas y las 20 millones de toneladas de producción. “Vemos una gran actividad, que se refleja en el registro de exportaciones, con un buen volumen de negocios y productores tomando posiciones”, explicó.

El consultor Gustavo López puso números a las expectativas del cereal y planteó dos escenarios, con áreas sembradas de 6,5 a 7 millones de hectáreas. El primer caso representa el planteo más conservador, que maneja números similares a la previa de la campaña 2020/21. En la segunda opción, y con un clima que acompañe, las previsiones indican una superficie de 7 millones de hectáreas, que con rindes promedio de 3.100 kilos por hectárea permitiría una cosecha de 20 a 21 millones de toneladas.

Con este volumen de cultivo, y sin descuidar el mercado interno, el saldo exportable oscilará entre 13 y 14 millones de toneladas. Con el agregado de la cebada, las exportaciones de ambos cereales sumarán –a valores actuales- divisas por 4.000 millones de dólares, que para el Gobierno representará ingresos de 500 millones de dólares en concepto de derechos de exportación.