La transición en el Banco Central fue breve y de última hora. El futuro presidente de la entidad, Miguel Pesce, llegó solo al edificio de Reconquista 266 por la mañana de ayer para reunirse con quien desde hoy es su predecesor, Guido Sandleris.

Las fuentes oficiales afirman que se trató de una reunión "amena", en la que se trataron "cuestiones de política monetaria". También compartieron impresiones sobre la "macro".

La intención de Pesce era conocer el detalle de los números que recibirá cuando se siente en la silla de la presidencia del Central. Por lo pronto, dentro de la herencia le quedarán US$43.784 millones de reservas brutas (las netas serían cerca de US$11.000 millones) y la "maquinita" caliente (en dos semanas emitió cerca de $170.000 millones para financiar al Tesoro).

Sandleris había presentado su renuncia a la presidencia de la entidad monetaria el miércoles de la semana pasada, que se hizo efectiva desde el primer minuto del día de hoy. El ahora ex titular del BCRA había asumido en septiembre de 2018 y, según confesó, una de sus frustraciones de su mandato fue "no haber logrado avanzar significativamente en construir un consenso sobre la importancia de tener una moneda sana y cuál sería el mejor camino para lograrlo".

En su partida lo acompañaron Gustavo Cañonero y Verónica Rappoport, hasta ayer vicepresidentes, primero y segunda respectivamente, de la entidad.

Todavía se espera conocer qué harán el resto de los miembros del directorio de la entidad. Se presume que Enrique Szewach, Francisco Gismondi y Fabián Horacio Zampone también podrían ser de la partida.

 

Pesce se despidió de sus compañeros del Banco de Tierra del Fuego el jueves pasado. El mendocino es un viejo conocido en el edificio de Reconquista 266, donde ocupó la vicepresidencia de la entidad entre 2004 y 2015. Se espera que entre sus primeras medidas se encuentren el recorte de tasas de interés, la rebaja de encajes bancarios, y el lanzamiento de una línea de créditos productivos dirigido a pequeñas y medianas empresas.

Aunque hasta ayer no se conocía quiénes lo acompañarán en su gestión, Arnaldo Bocco sonaba como posible superintendente de Entidades Financieras y Cambiarias en reemplazo de Zampone, un puesto clave dentro del organismo. Jorge Rodríguez, otro histórico del BCRA que fue repatriado tras el cepo, también podría disputar el cargo.