Abrir un espacio contra el "lado mainstream" de las cuestiones de género
Mujeres y economía
En un ranking que midió la cantidad de minutos al aire otorgados a distintos economistas en la televisión, entre los 25 más entrevistados no aparece el nombre de ninguna mujer. En la economía, como en otras profesiones, se evidencia una distribución desigual de la palabra. “Existe la idea de que la economía es algo masculinizado y nosotras tenemos que hablar de cuestiones que se parecen a la organización del hogar”.
Asimismo, cuando hombres y mujeres economistas debaten sobre la materia, las diferencias de opiniones “se ven como un error de la mujer en vez de entenderse como una posición política”, dice Lucía Cirmi Obón, economista, docente de la UBA, con una Maestría en Flacso y vinculada con el Insituto Internacional de Estudios Sociales (ISS) de la Universidad de Erasmus de Rotterdam .
“Siempre se supone que nuestras opiniones están atravesadas por una ingenuidad que no responde a un posicionamiento político”, coincidió Agustina Gallardo (economista de UBA y docente) en tanto que señaló que la selección de los especialistas no es casual: “Hay un mensaje que se baja en términos de género y en señales político-económicas. Todos son varones, y todos se caracterizan por tener un pensamiento ortodoxo”.
En la economía social, popular y cooperativa, que parecería que por su propia naturaleza apuntaría a un clima de equidad e igualdad, la legitimidad de las observaciones también están inscriptas en una perspectiva machista. Valeria Mutuberria (magister en Economía Social y asesora de organizaciones) señaló que “hay prácticas en las organizaciones que son patriarcales por el simple hecho de estar bajo la órbita de un sistema capitalista”.
“Las mujeres además de tener un desarrollo académico somos las que estamos bancando las prácticas cooperativas y de organización popular económica. Por eso es importante nuestra propia desnaturalización y dar estar esta disputa para revisar las prácticas y que no pasen desapercibidas”, explicó.
En el análisis de las tres economistas el momento de dar estos debates es urgente. En un contexto de recesión, las consecuencias se duplican para las mujeres y discutir “sólo el lado mainstream” de las cuestiones de género es sesgar la mirada cuando en realidad “el feminismo ofrece una de las herramientas más crudas contra el discurso del ajuste”. Coincidieron, en esta línea, que es importante prestar atención a la “capacidad de organización” del movimiento, “ahora que sí nos ven”.