En verano la naturaleza rebalsa de colores vibrantes y verdes frondosos. Aún en la ciudad, en los pequeños jardines floridos o en las reservas de cara al río, la naturaleza se abre paso como un oasis escondido. Buenos Aires cuenta con diversas propuestas para entrar en contacto con este lado salvaje del lugar en el que vivimos.  

En un fin de semana en el que confluyen el Día Mundial de la Educación Ambiental, que se celebra este 26 de enero, y el Día Mundial de la Acción contra el Calentamiento Terrestre que será este domingo 28 de enero, repasamos algunas propuestas para conectar con las maravillas del reino vegetal y animal que debemos proteger. Desde visitas guiadas a actividades de arte y contemplación. 

 

El Jardín Botánico es uno de los espacios más hermosos de la ciudad. Fue nombrado oficialmente en honor al arquitecto y paisajista Carlos Thays, quien realizó su diseño. Alberga más de 900 especies y 2.000 ejemplares de árboles y plantas del país y del mundo. Absorbe millones de toneladas de CO2 de la Ciudad. Por su antigüedad, se destacan especies nativas como tipa, cedro salteño, ibirá-puitá, chichita, quebracho colorado, carnaval y aguaribay.

Hace algunos días volvió una experiencia imperdible a este rincón porteño. Se trata del proyecto artístico "Jardín sonoro", una instalación performática que reúne dramaturgas, directoras y actrices sumamente reconocidas como Andrea Garrote, Eugenia Pérez Tomás y Lorena Vega, entre otras, para intervenir el espacio público y proponer un cruce entre el teatro, la literatura y las nuevas tecnologías, a partir de relatos orales que indagan en la relación entre las personas y la naturaleza. Gracias a una aplicación móvil, se recorre el jardín y se pueden escuchar con auriculares seis obras breves de teatro vinculadas con ese tipo de entorno. La dirección del ciclo está a cargo de Aliana Álvarez Pacheco y Florencia Lavalle. La propuesta nació en 2019 y esta nueva etapa tiene lugar en el marco del ciclo de artes escénicas organizado por Paraíso Club. Se presentará los días  sábado 27 y domingo 28 de enero a las 16 y 17  y estas funciones contarán específicamente con el acompañamiento del equipo de Paraíso, que entregará los programas y un objeto. El público en general también puede recorrer la obra hasta el miércoles 31 en los horarios de apertura del parque, desde las 8 hasta las 19. La duración es de 70 minutos. 

Pero no es la única actividad de contacto con la naturaleza que ofrece el Botánico. Hay visitas guiadas los sábados y domingos a las 10,30 y a las 15. Además, se puede participar de la Biblioteca Infantil de la Naturaleza con decenas de libros con historias de sapos, limones y otras especies (sábado y domingo de 15:30 a 18:30), o realizar expediciones botánicas para niños y sus familias que cuentan con distintos desafíos para poner a prueba las habilidades de los más chicos como exploradores (sábados y domingos de 15:30 a 18). También se puede visitar el Invernáculo Principal (sábados, domingos y feriados de16 a 17) y el Jardín de Mariposas (sábados 12 a 13 y domingos 14:30 a 16). 

Ecoparque. En el reconvertido espacio donde alguna vez funcionó el zoológico hoy se realizan actividades de conservación de especies autóctonas y cuidado de animales, si bien aún recibe algunos cuestionamientos. Según informan, ya se trasladaron 954 animales a santuarios y reservas, se liberaron 4729 en su ambiente natural y se rescataron del cautivero o lastimados unos 4.320 animales que tuvieron  atención médica en el nuevo hospital veterinario.

El espacio realiza también tareas educativas. Es posible participar de actividades como las visitas guiadas gratuitas (martes a viernes 12 y sábados y domingos a las 12/14/15:30, con punto de encuentro en la entrada de Plaza Italia), visitas guiadas especiales -aranceladas- como la del Cuidado Animal donde se observa de cerca la tarea de veterinarios y cuidadores del parque (martes a domingos y feriados a las 11.30), la visita Botánica para conocer más sobre la flora nativa que se planta (martes a domingo y feriados a las 16), la visita al Hospital de fauna silvestre (para mayores de 6 años, martes a viernes 14 y sábados, domingos y feriados 13 y 15). El lugar también cuenta con 44 esplendorosos edificios patrimoniales, fuentes puentes y obras escultóricas de más de 100 años. Para conocerlas hay una visita específica que se realiza de martes a viernes a las 15 y los sábados, domingos y feriados a las 14.

 Detrás de los rascacielos del bajo porteño y los edificios modernos de Puerto Madero, se abre la Reserva Ecológica de Costanera Sur,  espacio verde de 350 hectáreas con lagunas y bañados, bosques de alisos y cortaderales. Desde el interior de la Reserva que desemboca en el río, la ciudad parece un paisaje onírico. Además de recorrerla a pie o en bicicleta, hay visitas guiadas.  No requieren inscripción previa y se realizan de martes a jueves a las 14. Permiten  conocer la riqueza de los distintos ecosistemas que se pueden encontrar en el lugar.

Antes, entre 1918 y 1959, la Costanera Sur albergaba el Balneario Municipal. Los habitantes de Buenos Aires acudían allí para disfrutar de un día junto al Río de la Plata; se zambullían en sus aguas o disfrutaban de una cerveza en La Munich, la cervecería más destacada del paseo costanero. Pero la calidad del agua empeoró y, a partir de 1978, comenzaron a volcarse escombros en la zona de la costa rioplatense. La naturaleza, la vegetación silvestre, se abrió paso entre aguas contaminadas y restos de cemento y ladrillos. Fueron las fundaciones Vida Silvestre Argentina, Aves Argentinas y Amigos de la Tierra las que, en 1986, propusieron a la Municipalidad de Buenos Aires la creación de la Reserva Ecológica. Hoy la disfrutamos todos. 

 

 Aunque la mayor parte de los visitantes se pierden libremente por los senderos de piedra y los puentes rojos del Jardín Japonés, este encantador lugar ofrece también visitas guiadas. Invitan a embarcarse en un recorrido a través de la historia y la cultura japonesa. Son los sábados, domingos y feriados a las 11.

Opciones ideales para escapar por un rato del ruido de la ciudad y respirar hondo.