Los capibaras son un boom en el mundo. Los roedores ganaron fama mundial por ser amigables y relajados y, tal fue la simpatía que generaron, que muchos países abrieron bares alusivos y hasta superaron a Lionel Messi en la cantidad de búsquedas en Google. Argentina no fue la excepción: muñecos, mochilas, cartucheras, remeras y muchos productos más tuvieron estampado el rostro de estos simpáticos roedores que deambulan por el norte de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, podrían dejar de estar en su hábitat natural: por quejas de los vecinos de Nordelta, el secretario de Turismo, Ambiente y Deporte de la Nación, Daniel Scioli, confirmó un plan para frenar la reproducción de estos animales.

El Gobierno avanza en la aplicación de vacunas anticonceptivas para reducir la reproducción de los carpinchos, mientras que habrá algunos de ellos que serán trasladados a una isla.

 

 

En diálogo con el canal de cable Todo Noticias (TN), Scioli aseguró que la cantidad de capibaras en zona norte “aumentó un 114% en poco más de un año”. Según contó el funcionario, la intención del Gobierno es “armonizar las necesidades de los vecinos y que los carpinchos puedan tener su alimentación”. "Como todo problema, no se soluciona solo", reconoció.

Actualmente, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) está trabajando en la importación de las vacunas, que serán aplicadas a través de dardos de una sola dosis. En paralelo, el Gobierno trasladará 80 ejemplares a una isla del Delta del Paraná de 60 hectáreas para que vivan fuera de la población.

Scioli aclaró que el traslado se hará efectivo con la aprobación de la Dirección de Fauna bonaerense. Sin embargo, aclaró que “no pretende” hacer de este conflicto “una cuestión política”. “Queremos implementar esta iniciativa para evitar las vasectomías, que no dieron los resultados esperados”, reconoció. Por eso, desde el Gobierno buscaron otras alternativas “no traumáticas” para mitigar la presencia de capibaras en Nordelta.