FINANZAS

Ahora el mercado se centra en cubrirse contra un fogonazo inflacionario

Con la designación de Caputo el panorama para el dólar oficial se estabiliza, pero no para los precios

Marcisoca

Con algunas dudas despejadas respecto del plan económico del presidente electo, Javier Milei, las incógnitas que subsisten en torno a algún anclaje pragmático incrementaron más el apetito por bonos CER que por otro tipo de instrumentos de cobertura como los futuros de dólar o los títulos dollar-linked. El escenario base que manejan varias consultoras y analistas de mercado apunta a un riesgo más probable de precios internos acelerados, por la elevada inercia, que de dólar desbocado, a la luz de la oferta de divisas que traerá el agro pasada la sequía. 

La confirmación de Luis Caputo al frente del Ministerio de Economía desplazó del escenario de corto plazo a la dolarización y puso como prioritario el desarme de Leliq para poder, más adelante, levantar el cepo cambiario. En el ínterin, el mercado ya descuenta que habrá una fuerte suba del tipo de cambio oficial a la zona de los $620 primero, lo que, combinado con el regreso del superávit a la cuenta corriente permitirá estabilizar el tipo de cambio. Como consecuencia, incluso una vez estable el dólar mayorista, con o sin desdoblamiento formal del mercado de cambios, los precios se acelerarían nuevamente hasta rozar el 20% mensual. Por eso, las incógnitas se centran en la credibilidad del programa de ajuste fiscal y su efectividad para actuar como ancla al mismo tiempo que el gobierno busca subir las tarifas. 

Desde una mirada macroeconómica, el potencial regreso del superávit de la balanza comercial a partir del segundo trimestre, por la mejor performance del agro, será un alivio porque permitirá ponerle fin al drenaje de reservas y también relajar las restricciones sobre el dólar oficial. Desde una óptica financiera, como advierten desde Ecolatina, los dólares que en un año puedan aportar el agro y Vaca Muerta no van a solucionar la todos los frentes de la economía (desde el pago al FMI y bonistas hasta la deuda privada con importadores y con accionistas), pero sí alcanzarían para que no se dispare la cotización. Además, la experiencia de devaluaciones "normativas" sin afectar el dólar oficial también les ha quitado potencia como cobertura a los instrumentos atados al dólar A3500, como los bonos dollar-linked o los futuros de dólar, como advirtieron en Quantum Finanzas, quienes siguen viendo en estos activos mayor atractivo en el cortísimo plazo.

Con este panorama en mente como escenario base, desde Delphos apuntaron que en 2024 lo más factible es que los precios le ganen la carrera al dólar y a otros activos dolarizados: "Los bonos CER deberían ser los ganadores dentro de los instrumentos que ofrece el Tesoro si las paridades de los bonares no crecen más de un 50%. Estos rendimientos surgen del supuesto de un fuerte achique de brecha cambiaria, donde las diferencias entre escenarios provienen principalmente de diferentes escalas de 'pass-through'. Hoy, los dollar-linked descuentan un ajuste significativo del A3500, pero entendemos que a los bonos CER les resta descontar un mayor pasaje a precios de dichas devaluaciones".

En Quantum explicaron que, para comienzos de año, el atractivo de los títulos atados al dólar se mantiene porque hay margen de ganancia si la devaluación lleva efectivamente el tipo de cambio oficial arriba de los $700, pero no está exenta de riesgos "sobre todo porque no se conocen los detalles del programa, secuencia ni velocidad de implementación". Pasado el salto en el dólar mayorista y el correlativo fogonazo inflacionario, para ellos "los activos ajustables por CER tienden a ser más atractivos, porque los precios de entrada son más bajos y porque en el mediano-largo plazo la evolución del tipo de cambio es similar a la de la inflación luego de que impacte en forma plena el aumento de precios esperado en los primeros meses del año y la inflación tienda a bajar".

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