En el comienzo del año lectivo, el presidente Alberto Fernández volvió a dar clase en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde es titular de cátedra de la materia Teoría General del Delito y Sistemas de la Pena.

Tras aterrizar en el helipuerto de la Casa Rosada, el jefe de Estado fue en auto hasta la sede universitaria de la Facultad de Derecho, ubicada en Avenida Figueroa Alcorta 2263, en el barrio porteño de Recoleta y donde se desempeña como docente desde 1985. Allí compartió el aula con su ayudante de cátedra, Adrián Rois.

A pesar de su rol como Jefe de Estado, Fernández anunció a fines del año pasado que no dejaría de ser docente de la casa de estudios y que iría a dar clases cada 15 días. Incluso, se presentó a tomar exámenes tres días después de asumir la presidencia del país.

"No voy a pedir licencia, voy a seguir dando clases, una vez cada 15 días: le voy a pedir a la Facultad un adjunto para poder hacerlo", había explicado el año pasado. El decreto 1033/2001 establece que "el desempeño de horas de clase o de cátedra no se encuentra alcanzado por la incompatibilidad prevista en el Régimen sobre acumulación de cargos, funciones y/o pasividades para la Administración Pública Nacional".

En diciembre del año pasado, Fernández cumplió con su compromiso de tomar los exámenes finales de la materia que enseña en Derecho. La fecha estaba prevista para el miércoles 11, un día después de la asunción presidencial, pero tuvo que trasladarse para el viernes 13 por los compromisos que tenía el flamante presidente.

“En todo momento nos dijo que él iba a tomar el examen final y que iba a venir. Pero después, como se dieron las circunstancias, pensamos que iba a ser imposible que viniera. No me hubiese molestado en lo más mínimo que no viniera, pero Alberto es un copado y vino igual. Cumplió lo que nos prometió”, contó ese día a Infobae Noelia, una estudiante de Derecho que fue a firmar su libreta.