Alimenticias no bajarán precios por cambios impositivos
A pesar del pedido oficial, los alimentos no costarán menos en góndola por efecto del recorte en el impuesto PAIS. Las empresas podrían ahorrar entre el 2% y el 4%
Desde el lunes, la alicuota del Impuesto País para la importación de bienes y fletes se retrotraerá del 17,5% al 7,5%. No obstante, y contra el deseo del Gobierno, no habrá bajas en los precios, salvo casos muy puntuales.
"¿Será el lunes? ¿O más adelante?", se preguntaban en cámaras empresarias en las últimas horas. Aunque sin desconfiar, los empresarios mantenían igualmente la cautela. Con las palabras oficiales de Caputo, respiran tranquilos aunque no bajarán los precios en forma directa.
Mientras los sectores más importadores festejan la reducción que tendrán en sus costos, y más aún los que compran en el exterior productos terminados, los fabricantes nacionales de rubros más sensibles, y que no tienen tanta materia prima importada, temen por la competencia asiática.
En plena negociación para que se apruebe el paquete fiscal en el Congreso, el ministro de Economía, Luis Caputo, había anticipado que si se lograba el aval parlamentario de ese conjunto de medidas que generarían más ingresos, en septiembre bajaría de 17,5% a 7,5% el impuesto para llevarlo al mismo lugar en el que estaba en diciembre. Vale recordar además que lo que quede del tributo caerá a fin de año, excepto que el oficialismo busque extenderlo con una nueva ley. Dependerá de la evolución de las cuentas públicas. Por el momento, el sector privado festeja este primer paso.
Se demora la suba"Si tenés que planificar el trabajo, los costos... a mi me cambia el costo de importaciones y eso me puede significar un ahorro que puede variar entre 2% y 4%", afirmó un industrial.
El dirigente agregó: "Tengo que estar pensando qué precio de venta voy a tener en los negocios que ya estoy haciendo para entregar en septiembre; ahora estoy vendiendo con la lista vieja, pero yo normalmente costeo con el costo de reposición, y si ese costo baja (así será con la reducción del impuesto), ya también el costo baja". Si esta rebaja se traslada o no a los precios, dependerá. Puede ser que algunos empresarios que lo necesiten lo hagan, pero "lo que es más seguro que ocurra no es que bajen los precios, sino que se demore la suba", dijo, al tiempo que remarcó que "los clientes piden plazo y precio".
La demanda, sin embargo, empezó a reactivarse en julio. Empresas consultadas acusan un aumento de ventas el mes pasado por encima de las de junio, y en agosto se mantuvo el nivel. Si la actividad mantiene esta tendencia de recuperación, la posibilidad de que la baja del impuesto se traduzca en menores precios será más baja, aunque dependerá del sector, ya que la competencia con el producto final importado será otra limitante para el caso de los productos de fabricación nacional.