El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dará a conocer mañana a las 16 el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo, para el que se da por sentado que presentará una desaceleración que podría dejarlo en el menor nivel desde agosto de 2020.

Ese desempeño fue recientemente corroborado en la Ciudad de Buenos Aires, con un índice del 1,6% para el mes pasado y podría ubicarse en el orden nacional entre el 1,8% y el 2,1%, de acuerdo con las estimaciones de diferentes consultoras.

Si bien la menor inflación de mayo se inscribe en la desaceleración general de los precios y un ajuste administrado en las tarifas de los servicios públicos, el gran aporte vino del lado de los precios estacionales y, dentro de ellos, los de las frutas y verduras.

 

El aporte de frutas y verduras a la inflación

 

Al respecto, el rubro “Verduras, tubérculos y legumbres” (VTL) tuvo una caída del 4,9% dentro de la inflación porteña y sin su incidencia, la inflación en CABA hubiese sido mayor al 1,6% consignado por el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (Idecba).

Se espera una situación similar cuando mañana se de a conocer en forma oficial la inflación nacional, con un aporte de la disminución de los precios de las frutas y las verduras en el Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) que se estima aportará cerca de 7 décimas de punto porcentual a la baja del índice de precios.

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) realiza habitualmente el relevamiento de los precios de verduras y frutas en el Mercado Central y en los supermercados del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), del que se desprende tanto la evolución mensual de esos precios como su aporte dentro de la inflación general.

 

Los precios de las verduras

 

En mayo, las seis especies que conforman el segmento VTL (tomate, papa, batata, lechuga, cebolla y zapallo) tuvieron un descenso en el promedio de precios ponderados de 16,9% en el MCBA respecto de abril 2025, en tanto las cuatro frutas (naranja, banana, manzana y limón) experimentaron una caída del 7,3%.

El análisis por producto mostró en el caso de VTL bajas del 39,7% en el precio del tomate, 11,2% en el de la batata, 5,9% en el de la lechuga y 2,6% en el de la cebolla, en tanto el zapallo y la papa tuvieron subas del 27,8% y 1,3%, respectivamente.

 

En cuanto a las variaciones interanuales, el zapallo es la especie que muestra la mayor suba, con un 68,3% respecto del nivel de mayo de 2024, seguido por la papa (19,6%) y la batata (10,2%), en tanto hubo descensos en los casos de la lechuga (-37,4%), la cebolla (-46,7%) y el tomate (-51,6%).

“La tendencia evolutiva del IPC indicaría una retracción de 23,4% en el segmento VTL respecto del mes anterior. De esta manera el ponderador de la división Alimentos y Bebidas no alcohólicas, que es de 2,2% en el IPC mostraría un descenso de 0,5% en el mes de mayo”, detalló CEPA.

 

El caso de las frutas

 

Por su parte, dentro de la caída mensual del 7,3% en las frutas, las bajas fueron del 12,4% en la naranja, 8,8% en la banana, 8,5% en el limón y 1,9% en la manzana.

“A pesar de esto, el segmento presento un incremento interanual en sus precios ponderados de 16,2%, mientras que la variación acumulada 2025 muestra una caída de 17,7%”, señaló la entidad dirigida por Hernán Letcher.

 

El limón lideró las subas interanuales, con un 70,1%, seguido por la banana con el 45% y la manzana con el 11,1%, mientras el precio de la naranja registró un retroceso del 10,3% respecto de mayo del año pasado.

La caída del 7,3% en los precios de las frutas en el MCBA “permite proyectar un descenso en el precio del segmento de 14,3%”, con un impacto de 1,3% en el ponderador de la división de Alimentos del IPC, "lo cualprovocaría una caída de 0,2% del rubro en el IPC de mayo",  precisó CEPA.

Precios oscilantes

 

Pese a que los precios de frutas y verduras fueron un punto a favor en mayo para reducir los índices de inflación, su propio carácter de estacionales puede ser un arma de doble filo para utilizarlos como ancla permanente para consolidar la desaceleración de la inflación.

Para comprobarlo, basta con repasar la evolución del rubro VTL en la región del Gran Buenos Aires, una de las seis de las que se vale el Indec para componer la inflación nacional.

En el primer cuatrimestre, en tres meses ese rubro registró descensos: -1,8% en enero, -1,5% en febrero y -2,6% en abril.

Sin embargo, la suba que registró en marzo fue de nada menos que el 39,5%, lo que deja en evidencia las oscilaciones de productos tradicionalmente caracterizados por una precaria cadena de comercialización, en la mayoría de los casos supeditada a cuestiones meteorológicas o al estado de las rutas y los caminos rurales.