Al menos una docena de personas fueron asesinadas y muchas más resultaron heridas, según informes extraoficiales, en el peor atentado terrorista perpetrado en Rusia en años, en el que hombres armados vestidos con uniforme de combate abrieron fuego e hicieron detonar explosivos en una gran sala de conciertos de Moscú.

Algunos países, entre ellos Estados Unidos, había recomendado a sus ciudadanos no participar de concentraciones masivas, incluidos recitales, mientras el gobierno ruso operaba contra organizaciones locales vinculadas al Estado Islámico.

El ataque se produjo justo antes del comienzo de una actuación del grupo Piknik en la sala de conciertos llamada Crocus City Hall, a las afueras de Moscú, donde el fuego provocó, incluso, el derrumbe del techo del edificio, donde quedó al menos un centenar de personas atrapadas.

Las fotos mostraban el edificio, con capacidad para 6.000 personas, envuelto en llamas, mientras se difundían vídeos del ataque a la sala de conciertos, en los que se veía a al menos cuatro hombres armados abriendo fuego con armas automáticas mientras el público, presa del pánico, intentaba escapar para salvar la vida.

En uno de los vídeos, tres hombres vestidos de civil y armados con fusiles disparan a quemarropa contra cadáveres esparcidos por el vestíbulo de la sala de conciertos. Al parecer, los atacantes también detonaron explosivos, ya que en otros vídeos del atentado se oían explosiones.

El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, calificó el atentado de "gran tragedia". Al menos 50 ambulancias habían sido enviadas al lugar del atentado.

"Los atacantes presumiblemente abrieron fuego a la entrada del edificio durante un concierto, utilizando armas automáticas, y después comenzó un incendio en el edificio", dijeron los servicios de emergencia. Las autoridades dijeron que hasta cinco personas participaron en el ataque.

Otros atentados terroristas en Europa

El tiroteo en la sala de conciertos recordó a algunos de los peores incidentes terroristas de Europa, como el ataque al Bataclan de París en noviembre de 2015. Los rusos probablemente recordarán el ataque terrorista Nord Ost en Moscú en 2002, cuando hombres armados tomaron rehenes en un teatro en uno de los peores incidentes en la historia del país, recordó The Guardian.

Cómo eran los terroristas que atacaron una sala de conciertos en Moscú

La agencia de noticias rusa 112, especializada en información criminal, cifró el número de víctimas en 40 muertos y más de 100 heridos. No estaba claro si la policía había conseguido neutralizar a los atacantes en la noche del viernes, ya que los trabajadores de emergencia dijeron que habían evacuado a 100 personas que se habían refugiado en el sótano del edificio.

Un testigo presencial declaró al canal Mash Telegram que había "al menos cinco" atacantes y que eran "barbudos".

"Actúan como combatientes entrenados y adiestrados", se leía en el relato. "En el momento de entrar en el edificio, mataron a los guardias y a las personas que estaban en la puerta. Luego bloquearon la entrada principal".

"Los terroristas están armados con fusiles de asalto AKM", dijo la persona. "Algunos llevan descargas con munición diversa. Al menos dos de los atacantes llevan mochilas, posiblemente con cócteles molotov".

Las autoridades rusas han llevado a cabo recientemente una serie de operativos contra militantes islamistas armados en la región de Ingushetia, que han desembocado en tiroteos campales entre la policía y los combatientes.

Estados Unidos aconsejaba no acudir a conciertos

A principios de este mes, los países occidentales, encabezados por Estados Unidos, habían hecho varias advertencias a sus ciudadanos para que no participaran en concentraciones públicas en Rusia. El 8 de marzo, la embajada escribió que estaba "siguiendo los informes de que los extremistas tienen planes inminentes de atentar contra grandes concentraciones en Moscú, incluidos conciertos, y se debe aconsejar a los ciudadanos estadounidenses que eviten las grandes concentraciones en las próximas 48 horas".

Las advertencias llegaron poco después de que Rusia dijera que había frustrado un tiroteo planeado por un grupo afgano vinculado al Estado Islámico.

Sin embargo, al menos hasta el momento, no estaba claro si se trataba del atentado al que se refería la advertencia.