Ednaldo Rodrígues, el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), confirmó  que el encuentro entre los equipos de Boca y Fluminense en la final de la Copa Libertadores de América se disputará con público. "El partido se jugará con público en el Maracaná", destacó Rodrígues a los medios tras culminar una reunión con el titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez, y el presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia, entre otros dirigentes.

El auspiciador del fútbol brasileño manifestó su deseo de tener un Maracaná repleto de paz y alegría. Para garantizar la seguridad del encuentro, mencionó que el Gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, ha dado todas las garantías necesarias. "Muchos de los que estaban de vacaciones tuvieron que regresar para poder aumentar ahí la seguridad", afirmó Rodrígues en conferencia de prensa.

Los incidentes más graves se produjeron cuando los barras del "Flu" agredieron y robaron a seguidores "xeneizes" en la zona de Copacabana. La policía respondió con gases y golpes a los hinchas argentinos.

En relación a si los seguidores de Boca podrán dirigirse al Sambódromo para ver el encuentro en una pantalla gigante, aún no se ha confirmado este evento. "Todavía no hemos confirmado la pantalla gigante debido a la cantidad de gente que estamos evaluando podría asistir", comentó Brenno Carnevale, Secretario de Orden Público de Río de Janeiro.

Carnevale expresó que los hinchas argentinos son bienvenidos en la ciudad y que numerosos locales transmitirán el partido para aquellos que no posean entrada.

Las autoridades de la comisión directiva de Boca expresaron su preocupación ante los hechos de violencia previos al partido. Estos incidentes, incluyendo el uso de gas pimienta, gases lacrimógenos y balas de goma por parte de la Policía de Río de Janeiro, y la agresión de hinchas de Fluminense a simpatizantes de Boca en la playa de Copacabana.