Bajó la nafta, pero los aumentos impositivos prometen nuevas subas
La baja del 4% promedio en los precios de naftas y gasoil podría repetirse en junio si sigue la caída del precio internacional del crudo, pero a su vez los aumentos pendientes de los impuestos presionan en sentido contrario
En un mayo que comenzó con los ya habituales incrementos en los precios de diferentes servicios, la baja en las naftas y el gasoil anunciada por YPF e imitada por otras compañías del sector marcó la nota discordante, en un mercado de combustibles para el que podría haber importantes novedades en los próximos meses.
Esas novedades están relacionadas con las variaciones previstas en los componentes del precio final: la cotización internacional del petróleo, la paridad entre el peso y el dólar, el valor de los biocombustibles y la carga tributaria específica de la actividad, con los impuestos a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono.
Luego de que YPF anunciara el martes 29 de abril una baja promedio del 4% en los precios de sus productos a partir de hoy, el resto de las compañías se está adecuando con ajustes más o menos similares, sujetos a los respectivos esquemas de comercialización.
Impuestos congelados
En la noche del miércoles 30, el Gobierno dio a conocer en un suplemento extraordinario del Boletín Oficial el decreto 296/2025, por el que volvió a congelar por segundo mes consecutivo los impuestos a lo combustibles, en su propósito de evitar su traslado a precios, en línea con la política de desinflación.
La noticia sorprendió en parte a los conocedores del mercado de combustibles, ya que algunos esperaban que el Gobierno aprovecharía la baja en el precio de naftas y gasoil para autorizar aunque sea un leve aumento en los impuestos que ayudara a reducir en parte los incrementos pendientes.
Los dos impuestos a los Combustibles se deben ajustar con periodicidad trimestral en función de la inflación, pero desde fines de 2021 esa ecuación comenzó a alterarse por la decisión del presidente de entonces, Alberto Fernández, de congelar los aumentos con el fin de atenuar las subas en los precios de naftas y gasoil.
Ese congelamiento se extendió hasta diciembre de 2023 y con la asunción presidencial de Javier Milei se tomó la decisión de levantarlo y, además, adicionar los incrementos pendientes en más de dos años.
Pero en mayo de 2024 esa decisión se modificó y, paradójicamente, Milei retomó la modalidad de su predecesor, adecuando los aumentos correspondientes a la necesidad de atenuar su impacto inflacionario.
Aumentos pendientes
Al respecto, estimaciones de la consultora Economía & Energía dan cuenta de un atraso en el Impuesto a los Combustibles Líquidos de $177,40 por litro de nafta y de $102,50 por litro de gasoil, lo que implicaría aumentos en los precios en surtidor del 12% y el 8%, respectivamente.
En ese sentido, el Gobierno tiene en consideración dos factores: la postergación de los incrementos impositivos puede ayudarlo en su intento por desacelerar la inflación, pero a su vez representa un perjuicio en materia de recaudación.
En el primer trimestre, los ingresos por los impuestos a los Combustibles declarados por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) ascendieron a $900.139,7 millones, el 2,18% del total, con un aumento interanual del 402,6%, cinco veces más que la suba general.
Analistas del sector consideran que si en los meses venideros se reiteran las bajas en el precio internacional del petróleo y la cotización del dólar sigue acercándose al piso de la banda cambiaria, el Gobierno podría avanzar en un descongelamiento parcial de los impuestos a los Combustibles, de manera de no incidir negativamente en la inflación y, al mismo tiempo, aumentar su recaudación y permitir recortes en otros tributos.
El petróleo se derrumba
El precio del barril de petróleo Brent, que en la Argentina se toma como referencia para el precio de los combustibles, viene en caída libre en los últimos días debido a las previsiones de una menor demanda mundial, por efecto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
El último valor consignado es de USD 59,97, con una baja diaria del 1,79% y del 19,76% respecto del 31 de marzo. En relación con el máximo registrado en 2025 (USD 82,46 el 15 de enero), el derrumbe es del 27,39%.
Si continúa la tendencia declinante o al menos se mantienen los niveles actuales, no puede descartarse la posibilidad de una nueva baja en los precios de los combustibles en junio, así como un ajuste impositivo que le permita al Gobierno aumentar la recaudación sin impactar en la inflación.