Las mañanas de Ava (Kaley Cuoco), embarazadísima, tienen una rutina: desayuna, se lava los dientes, se prepara para su trabajo como agente inmobiliaria con poco éxito y, mientras hace todo eso, escucha relatos sobre cuerpos desmembrados en su podcast favorito de true crime. Su marido, Nathan (Chris Messina), profesor de tenis y ex jugador profesional, cada tanto se encierra a revivir el partido en el que le ganó a Roger Federer. A pesar de estar en la dulce espera, el matrimonio atraviesa una crisis de mediana edad y una crisis financiera. La solución que encuentran es tanto desopilante como temeraria.

Based on a True Story, la serie que acaba de estrenar Universal+, toma el fenómeno en tono de parodia. Jason Bateman (Arrested Development y Osark) es el creador de la serie junto a Craig Rosenberg (productor ejecutivo de Gen V y The Boys) y Michael Costigan (Secreto en la montaña, The Outsider) está a cargo de la producción. Los tres encontraron para su idea un elenco con carisma y buen timming de comedia, especialmente Cuoco. La actriz estaba realmente embarazada cuando se inició el proyecto y esta condición se trabajó en los guiones como un elemento más para el arco del personaje.

Los podcast sobre crímenes verdaderos se volvieron tanto o más populares que las propuestas audiovisuales con ese contenido. De hecho, varios de ellos fueron llevados a la pantalla, como Dr. Dead, Dirty John y, por supuesto, Solo Only Murders in the Building. Este fanatismo morboso, no siempre fácil de comprender, se combina en ocasiones con impulsos de detectives amateurs.

La dinámica en esta serie es la comedia absurda. En ese sentido, están muy bien logradas, por ejemplo, las escenas de las amigas de Ava, que se juntan a tomar alcohol y conversar sobre los últimos asesinatos. La charla incluye conversaciones en las que describen las ventajas de salir con alguien que está en prisión, como el hecho de que en todo momento sabés dónde está y siempre se entusiasma al verte.

La aparición de un nuevo asesino en Los Ángeles y la llegada de un personaje a su entorno lleva al matrimonio a crear su propio podcast para capitalizar la obsesión (especialmente de ella) por los crímenes reales. La pareja busca de esta forma salvar su matrimonio y darle una revancha a sus vidas disfuncionales. Podrían alcanzar la fama tal vez, la casa en Malibú tal vez, aunque todo podría terminar con la muerte o la prisión.

El primero de los ocho episodios, que se estrenan uno por semana, ya está disponible y la serie tiene confirmada una segunda temporada.