La Comisión Europea ha respondido con firmeza a las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien sugirió una posible relación entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el riesgo de autismo en los bebés.

En una rueda de prensa en Bruselas, Olof Gill, portavoz adjunto de la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, subrayó que la Unión Europea confía plenamente en "los hechos y en la ciencia sólida". Según Gill, no existe ninguna prueba que respalde las afirmaciones de Trump.

La portavoz comunitaria para asuntos de Sanidad, Eva Hrncirova, también intervino para aclarar que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) no ha encontrado evidencia que vincule el uso de paracetamol durante el embarazo con el autismo.

Hrncirova destacó que tanto la EMA como los Estados miembro supervisan regularmente los medicamentos en el mercado común, asegurando que el paracetamol es un medicamento vigilado y autorizado bajo estrictos controles.

En este contexto, Hrncirova enfatizó que la agencia europea dispone de "una amplia cantidad de datos" sobre mujeres que han utilizado paracetamol durante el embarazo, sin encontrar indicaciones de riesgos de malformaciones para el feto o el recién nacido.

"Por ello es importante decir que no hay ninguna prueba de que fueran necesarios cambios en las recomendaciones actuales de la UE respecto al uso de paracetamol", concluyó Hrncirova, recordando que cualquier medicamento debe ser utilizado de acuerdo a los consejos médicos.