Candyman ganó el primer lugar en las recaudaciones de cine en los Estados Unidos, con más de 23 millones de dólares. Puede parecer poco si se tiene en cuenta lo que un tanque puede recaudar en temporada alta, pero esto no es un gran problema: la película producida por MGM y distribuida por Universal costó 25 millones. Es decir, será una de las (muy) pocas películas en la era post covid en hacer una diferencia en números negros. En la Argentina, debutó en tercer lugar de la taquilla.

El filme es un hito por dos razones. Una, social: es la primera vez que un filme dirigido por una mujer negra llega al primer puesto en las recaudaciones (la realizadora es Nia DaCosta, y es su ópera prima como directora). Pero hay otro hito más: como Rápios y furiosos 9, Viejos, Un lugar en silencio parte II y Free Guy -hasta el momento los filmes que mejor funcionaron en las salas de todo el mundo- no tuvo lanzamiento paralelo en plataformas. Mientras que las decepciones (Cruella, Jungle Cruise, Black Widow, Space Jam y El Escuadrón Suicida), incluso con películas muy bien consideradas por la crítica, sí tuvieron lanzamiento simultáneo en SVOD.

Así que quienes se oponen al "day-and-date" (el lector de BAE sabe que es un tema recurrente, pero es la batalla más importante del audiovisual en estos momentos) tienen otra vez un argumento para replantear el asunto de las ventanas de exhibición  exclusivas para diferentes formatos. De hecho, algunas películas ya no irán a SVOD (el caso sintomático: ShaChi y la leyenda de los 10 anillos, el filme de Marvel/Disney que se estrena este jueves, no irá a Disney+ ni con pago aparte, como pasó con Black Widow). Vendrá una búsqueda de equilibrios en un negocio que aún no se ha reconfigurado.