China crece menos pero mejora su PIB per cápita
El gigante asiático podría entrar en la categoría de "país desarrollado" en la próxima década, de acuerdo con diversos expertos
Aunque el crecimiento económico de China se está frenando, todo hace indicar que su Producto Interno Bruto (PIB) per cápita seguirá progresando a un ritmo intenso, y pronto estará acercándose al de los países desarrollados.
Esto se explica porque la población de China empezó a reducirse (en 2022 cayó en 850.000 personas), mientras que el PIB crece a un ritmo cercano al 5%. El resultado de dividir este crecimiento del PIB entre la población se traduce en un incremento del PIB per cápita muy elevado, informa el medio español elEconomista.es
China, con una renta per cápita de unos 12.500 dólares, se encuentra en este momento luchando por superar la trampa de ingresos medios. Se la llama trampa porque aunque muchos países en las últimas décadas lograron un rápido crecimiento del PIB per cápita partiendo de niveles muy bajos, pero se frenaron al llegar al rango de los 12.000 – 15.000 dólares.
Llegar hasta ese rango fue relativamente sencillo para varios países asiáticos. Esta primera transformación suele darse al pasar de una economía agraria a otra con un tejido productivo más intensivo en industrias de poco valor agregado. El problema llega cuando la industria y los servicios en estos países tienen que dar el salto hacia los bienes y servicios de alto valor agregado, que ayuden a esa economía a cruzar la frontera que le separa del 'mundo desarrollado'.
Trampa
Sewon Hur y Braden Strackman, investigadores de la Reserva Federal de Dallas, señalan que, teniendo en cuenta la productividad esperada, el ratio de capital por trabajador, el envejecimiento de la población en edad de trabajar y el promedio de horas que trabaja cada empleado, se espera que el crecimiento del PIB per cápita de China muestre una tendencia del 5,7% durante los próximos 10 años y que baje al 4,2% para 2032-41.
Estas previsiones indican que si bien el crecimiento será inferior al de los 'milagros' de Corea del Sur o Japón, no obstante será suficiente para que China logre un PIB per cápita muy elevado, ubicándose en el rango de "país desarrollado".
"Después de superar una renta per cápita de 10.000 dólares solo dos países pudieron seguir creciendo a una tasa de al menos el 4%: Corea del Sur, con un crecimiento promedio del PIB del 5,5% entre 1994 y 2004, y Japón con un crecimiento promedio del PIB del 4% durante la década de 1980", explica al medio español Alicia García Herrero, jefa de economía para Asia-Pacífico en el banco de inversión Natixis.
"Las tasas de crecimiento promedio de todos los demás países en los diez años posteriores a que superaron los 10.000 dólares per cápita fueron mucho más bajas, siendo Polonia (3,6%) la más cercana a la tasa de Japón. En este contexto, como Corea del Sur, Japón y Polonia han escapado de la trampa del ingreso medio, es de esperar que China haga lo mismo. De hecho, según estimaciones razonables de la tasa de crecimiento, China debería alcanzar los 20.000 dólares per cápita en 2030 (diez años después de alcanzar los 10.000 dólares per cápita)", asegura.
En soledad
Los 'milagros' de Corea del Sur y de Japón son historias de éxito que contaron con el apoyo irrestricto de EEUU y los países occidentales, en el contexto de la Guerra Fría. China, por el contrario, no solo no va a contar con el apoyo de estos países, sino que va a tener que 'luchar' contra el veto que se le está imponiendo en materia de tecnología, con lo que va a tener que buscar la forma de seguir avanzando en la cadena de valor sin ayuda.
Los cálculos de García Herrero apuntan que la economía de China superará los 25.000 dólares per cápita para el año 2034, un nivel de renta que es superior al que hoy presentan países como Grecia o Portugal.
"El salto de Corea y Japón para pasar de la zona de ingresos medios a la de los ingresos altos significó la transición de ser principalmente exportadores industriales a economías basadas en la innovación y los servicios. China ha sentado algunas de las bases para realizar esta transición, como invertir fuertemente en educación superior y construir infraestructura suficiente. Ambas condiciones son necesarias para convertirse en un país de altos ingresos", explican los investigadores de la Reserva Federal de Dallas.
"Sin embargo, hasta ahora China ha mantenido restricciones a la inversión extranjera y ha tardado en pasar de una fuerte dependencia de las exportaciones manufactureras. La inmensa inversión inmobiliaria y en infraestructura ha llevado a un punto de inflexión en el sector inmobiliario chino", advierten los expertos de la Fed de Dallas. La evidencia muestra que China puede dar el paso hacia el siguiente nivel, pero tiene aún bastante trabajo por delante.