Casi una decena de muertos y cientos de heridos, muchos de ellos de gravedad, fue el resultado de la explosión simultánea de dispositivos localizadores pertenecientes a miembros del grupo chiita Hezbolá, en el sur del Líbano y en los suburbios de Beirut, en una operación atribuida por la organización a Israel. 

Un miembro del grupo aseguró en off the record que las explosiones fueron el resultado de "una operación de seguridad que tenía como objetivo los dispositivos". Añadió que los dispositivos tienen baterías de litio que aparentemente explotaron.

La detonación de los beepers es la "mayor violación de seguridad" en el seno de Hezbolá en casi un año de guerra con Israel, asegura RTenespañol.

En las redes sociales circularon imágenes que mostraban lo que parecía ser un pequeño dispositivo portátil colocado junto a la caja registradora de un supermercado donde una persona estaba pagando y que explotó espontáneamente.

El Ministerio de Salud libanés, citado por Al Jazeera, pidió a todos los ciudadanos que tengan buscapersonas que los desecharan inmediatamente. Además, solicitó a todos los trabajadores de la salud que se dirijan urgentemente a sus lugares de trabajo "para ayudar a brindar tratamiento de emergencia al gran número de heridos que están siendo trasladados a los hospitales".

La agencia Merh, citando fuentes propias, informó que entre las posibles víctimas se encontraba el embajador iraní en el Líbano, aunque esta información aún no está oficialmente confirmada.

El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, advirtió previamente a los miembros del grupo que no llevaran teléfonos celulares, diciendo que podrían ser utilizados por Israel para rastrear sus movimientos y llevar a cabo ataques selectivos.