Cierra la clínica de Máximo Ravenna, revolucionó la forma de bajar de peso
Fundada en 1993, el año próximo cumplía 30 años. Pasaron por su consultorio y sus grupos desde Diego Maradona, Susana Giménez, hasta la ex presidenta Dilma Rousseff. Con franquicias en todo el país, sólo dejará abiertas cuatro. Baja las persianas a fin de julio y promete lanzar una línea de alimentación saludable
A dos años y medio de la muerte del doctor Máximo Ravenna, cierra su reconocida clínica y centro terapéutico. Una noticia que se conoció anoche e invadió de tristeza a todos sus pacientes y ex pacientes. Fundada en 1993, el año próximo iba a festejar sus 30 años. Abordaba la obesidad como una adicción, eso lo diferenció del resto y permitió que por su clínica pasaran desde famosos, empresarios y hasta ex presidentes como Dilma Rousseff.
Médico, especializado en psicoterapia, utilizaba un tratamiento interdisciplinario que trabajaba en conjunto la nutrición, la psicología y la medicina. Su clínica de la calle Zapata era un ir y venir de gente que participaba de sus tres grupos diarios CLAVE (Control y Límite en Adelgazamiento Veloz) a los que no se podía faltar ni un 25 ni un 31 de diciembre. Para el doctor Máximo Ravenna, la comida generaba una adicción y lo más difícil era que había que convivir con los alimentos todos los días.
Ravenna ofrecía una red de contención diaria y una dieta baja en calorías, sin harinas blancas y carbohidratos. Su método se basa en el Corte con los excesos, la Medida en las porciones y la Distancia entre comida y comida. A diferencia de otros métodos que permitían seis comidas al día, el sistema de Ravenna sólo sugería cuatro. Lo importante era no sólo llegar al peso, sino hacer un mantenimiento. En su clínica además de asistir a las consultas y grupos, se podía acceder a clases de gimnasia en el lugar y en los Bosques de Palermo. Así como también comer en los comedores que tenía en las clínicas y llevar las viandas. El éxito de Ravenna fue tal que se expandió por todo el país y abrió clínicas en Uruguay, Brasil y España. Más de 40.000 pacientes probaron su sistema.
Ravenna lanzará una línea de alimentación saludableSu hijo Luciano Ravenna fue el encargado de dar la noticia del cierre, el lunes 6 en el grupo de la noche. Desde la muerte de Máximo Ravenna continuar con la clínica sin él, fue muy difícil para su mujer Gilda Ravenna y el hijo de Máximo, Luciano, por la contención y la fuerte presencia que el doctor tenía en los grupos y con sus pacientes. La pandemia hizo que los grupos pasaran a ser por Zoom y si bien las actividades ya funcionaban normalmente, la vuelta a la presencialidad no fue lo mismo.
La clínica seguirá abierta hasta el 31 de julio, todos los ex pacientes que quieran aprovechar los últimos días podrán pagar una consulta médica y asistir a todos los grupos en forma gratuita. La única unidad de negocios que seguirá en pie, por ahora, es la venta de viandas Ravenna, confirmaron a BAE Negocios directivos de la clínica. Aunque no hay todavía anuncios oficiales, la idea es "seguir con la marca Ravenna y con línea de productos saludables, es una nueva etapa que todavía no la lanzamos. Una manera de empezar de una manera distinta, siguiendo el legado de Máximo Ravenna desde otro lugar. Sin la genialidad que tenía para los grupos que ninguno no lo puede hacer".
El futuro de las franquicias de RavennaSu hijo Luciano, si bien confirmó el cierre, prefirió no hablar del tema. Con respecto a las franquicias otorgadas, desde el Centro Terapéutico informaron que sólo seguirán abiertas con nombre de Máximo Ravenna las franquicias de Santa Fe, Rosario, Córdoba y Brasil.
La explicación del cierre de la clínica es que "el cierre se da por un montón de cosas, por la muerte de Máximo Ravenna, por la situación del país que hizo que llevar adelante la clínica sea insostenible, por el impacto de la pandemia que afectó la presencialidad y porque no queremos desvirtuar el servicio de calidad que siempre ofrecimos".
La pasión de Ravenna se sentía en todo su trabajo, siempre participaba de los grupos, estaba atento hasta el mínimo movimiento. Si algo no estaba en orden, se escuchaban sus retos. Siempre estaba dispuesto a ayudar al que no podía pagar el tratamiento y necesitaba hacerlo. Algunos de sus frases célebres, cuando alguien preguntaba y repreguntaba si podía comer bastante ensalada, Ravenna disparaba: “Las vacas comen sólo pasto y así están, para todo hay que tener medida”, insistía.
Ravenna se había convertido en una empresa que ofrecía el tratamiento, franquicias, clases de gimnasia, viandas, comidas en el restaurante, la venta de sus libros, los CDs con la grabación de los grupos de terapia.
Por su clínica pasó desde Susana Giménez, Diego Maradona, Diego Pérez, Georgina Barbarrosa, Benito Fernández, Daisy May Queen, entre muchos otros. En menos de dos meses, la clínica de Ravenna bajará sus persianas y muchos de sus pacientes, ya confiesan que sienten que se quedan desamparados. Quedarán sus libros, sus viandas y algunas franquicias para continuar el camino.