Cómo entrar en calor sin salir de casa: ejercicios simples para espantar el frío
Moverse es clave para combatir el frío y mejorar el ánimo. Posturas de yoga, sentadillas y escaleras: una guía práctica para días helados, sin necesidad de gimnasio.
En pleno invierno, cuando las temperaturas bajan de los 5°C y la humedad agrava la sensación térmica, el cuerpo pide inmovilidad. Pero quedarse quieto solo intensifica el frío. Para contrarrestarlo, hay un recurso tan accesible como eficaz: moverse, aunque sea dentro de casa.
Especialistas en kinesiología y medicina del deporte coinciden en que incorporar microejercicios a lo largo del día no solo eleva la temperatura corporal, sino que también activa la circulación, mejora el estado de ánimo y reduce tensiones musculares provocadas por el encierro y el estrés térmico.
Entre los ejercicios más recomendados:
Sentadillas isométricas: apoyado contra la pared, bajar como si se estuviera sentado en una silla invisible y sostener unos segundos. Ideal para activar glúteos y cuádriceps sin necesidad de equipamiento. Balanceo de brazos: movimiento enérgico hacia adelante y atrás. Favorece la circulación y ayuda a “desentumecer” los hombros, especialmente en personas que pasan muchas horas frente a la computadora. Caminar en el lugar: levantar bien las rodillas y marcar el ritmo por un par de minutos. Una opción sencilla que eleva la frecuencia cardíaca y genera calor rápidamente. Subir y bajar escaleras: si vivís en un edificio, evitá el ascensor y hacé algunas repeticiones por día. Es uno de los ejercicios más completos y útiles para combatir el frío desde adentro.Además, el yoga ofrece posturas dinámicas que elevan la temperatura corporal. El clásico Saludo al Sol (Surya Namaskar) moviliza brazos, piernas, abdomen y columna en una secuencia que, en pocos minutos, activa todo el cuerpo. Otra postura eficaz es Utkatasana, también llamada “silla de fuego”, que exige fuerza en piernas y abdomen mientras estimula el calor interno.
Desde el Hospital de Clínicas recomiendan evitar la actividad física intensa sin precalentamiento, especialmente en ambientes fríos. “Con pocos minutos de ejercicio suave cada hora, se mejora la oxigenación, la postura y el metabolismo, sin necesidad de cambiarse de ropa ni ir al gimnasio”, señalan.
En épocas de frío, moverse no es solo una cuestión de forma física: es una estrategia concreta para sentirse mejor. Y lo mejor es que alcanza con unos metros de espacio y voluntad para levantarse del sillón.