Con un discurso ante la Cumbre Europea, Biden sella la reconciliación entre EE.UU. y la UE
Buscan superar los conflictos suscitados con la administración Trump, aunque ambas potencias mantienen diferencias en distintos puntos, como el gasoducto Nord Stream II y la relación con Rusia y China
La Unión Europea y Estados Unidos sellarán su reconciliación después de los cuatro años de desencuentros durante la era de Donald Trump, mediante la intervención del presidente Joe Biden en la primera jornada de la Cumbre Europea que se extenderá desde mañana hasta el viernes
La invitación fue cursada por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el discurso del mandatario estadounidense se realizará por videoconferencia, debido a la crisis del coronavirus.
Según señaló El País de España, la invitación de Michel y la aceptación de Biden son "una señal de Bruselas y de Washington sobre la importancia de la colaboración entre la UE y EE UU", de acuerdo con una fuente diplomática no identificada.
La breve intervención de Biden coincidirá con la presencia en Bruselas del secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken. Y llega poco después de que el enviado de la Administración estadounidense para el clima, John Kerry, fuera recibido con alfombra roja en la Comisión Europea.
Las dos partes reconocen que esta nueva sintonía no supone una coincidencia total ni el final de posibles roces comerciales o disputas diplomáticas. Las campañas de vacunación para contener la pandemia están generando ciertas tensiones ante el riesgo de que el proteccionismo estadounidense golpee a la producción europea.
El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, trabaja desde hace semanas con la Administración de Biden para garantizar que las cadenas transatlánticas de suministro se mantienen abiertas y fluidas en el sector farmacéutico.
Washington tampoco disimula su rechazo a la construcción del gasoducto Nord Stream 2, impulsada por el Gobierno de Angela Merkel en cooperación con la Rusia de Vladímir Putin. "Alemania es uno de nuestros estrechos aliados, pero tenemos una discrepancia real en cuanto al Nord Stream 2; no es un secreto para nadie" reconoció Blinken, quien señaló que para Washington "el gasoducto es una mala idea", ya que creen que la nueva tubería a través del Báltico reforzará la dependencia europea del gas ruso.
Para otros socios europeos, lo preocupante es la beligerancia de Biden tanto contra Rusia como con China. El presidente de EE UU propuso durante la campaña electoral la convocatoria de "una cumbre de democracias" que, según sus críticos, podría acabar en una división global entre distintos regímenes políticos.
Bruselas cree que ese choque geoestratégico podría arrojar a la Rusia de Putin en brazos de la China de Xi Jinping, un acercamiento que podría acelerarse en el nuevo escenario.