Cuatro películas que cambiaron carreras para ver en HBO Max
Hay filmes que logran lanzar la carrera de un cineasta o un actor, o darle el peso que merece. En la siguiente lista, de la grilla de HBO Max (surtida, por lo demás) hay de todo, pero sobre todo obras maestras que ya son auténticos clásicos. Pase y disfrute.
Realizada para TV, estrenada en Cannes en una sección paralela, comprada entonces para los cines más allá de los EE.UU., la historia de un pobre tipo enfrentado con un camión demoníaco hizo que el mundo supiera de un tal Steven Spielberg. Lo notable de esta película es que aún hoy es tensión pura, aventura pura, precisión narrativa y talento. Y que casi todas las constantes estilísticas y técnicas de Spielberg estaban ahí, sólo que después se refinaron. Créalo: la acabamos de volver a ver y sigue siendo brillante.
Fellini ya era reconocido y ya había ganado el Oscar cuando llegó esta película de estructura aparentemente libre que narraba su adolescencia en Rímini, pero a la manera del cine y de los sueños. Lo que hizo fue establecer su nombre fuera de la cinefilia especializada, transformarlo en un artista masivo. Y está bien, porque es de esos filmes que derrochan imaginación, amabilidad y precisión técnica, incluyen al espectador en un tipo de narración no convencional y uno quiere volverlas a ver todo el tiempo. Un ejemplo, además, de cuánto hay de don Federico en Tim Burton.
Boogie NightsEl segundo largometraje de Paul Thomas Anderson rompió todo. Estrenado el mismo año que Titanic, pasó inadvertido en los Oscar, pero demostró que había un nuevo maestro (algo que se viene confirmando filme a filme). La historia de una banda de cineastas descastados y dedicados a la pornografía es, también, el cuento de una familia disfuncional y de un conjunto de profesionales orgullosos -a contrapelo de la moral ambiente- de lo que hacen. Y un poco la parodia del género "auge y caída del artista". Elenco monumental.
Cuestión de honorHasta esta película, gran parte del universo desconfiaba de Tom Cruise. Pero su interpretación del abogadito militar que, de sabérselas todas, pasa a enfrentarse con un verdadero caso, un verdadero poder, un verdadero asesinato, es tan extraordinaria que puede hace tres escenas a dúo con Jack Nicholson sin desentonar y, al mismo tiempo, establece momentos clásicos de la historia del cine. El filme de Rob Reiner es comedia y drama, pero también un extraordinario dilema moral y ético.