Este miércoles comenzó el juicio oral por el intento de asesinato contra la exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. "Yo quería matar a Cristina", declaró Fernando Sabag Montiel, quien el 1 de septiembre de 2022 intentó disparar a quemarropa contra la exmandataria, por lo que es considerado autor material del ataque. Por su parte, Cristina compartió una reflexión con distintas críticas al proceso judicial de "uno de los hechos más graves desde la recuperación democrática".

La jornada comenzó a las 10.30 en la sala AMIA del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 6, integrado por Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari. El arranque se demoró más de una hora, ya que estaba previsto para las 9. 

Cuando ingresó el acusado a la sala, saludó a las cámaras y mostró un cartel que decía "me tienen secuestrado". La acusación contra Sabag Montiel es por tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego.

Los otros dos juzgados son su expareja, Brenda Uliarte, imputada como partícipe necesaria, y Nicolás Gabriel Carrizo, el jefe del emprendimiento de la venta de algodón de azúcar, acusado de ser partícipe del intento de asesinato.

"Yo soy apolítico antes que nada, el incentivo por las cuales cometí el atentado no es por tener una posición en las antípodas del kirchnerismo o estar en un sector contrario. Mantengo mi calidad de apolítico, es por un tinte personal. El atentado fue con un fin personal y no para beneficiar a ningún sector político", aseguró.

En ese sentido, profundizó: "Son cuestiones de incomodidad con lo establecido. No habría que redundar mucho. La doctora Kirchner es corrupta, roba y hace daño a la sociedad". Además, contó que estaba enojado, "porque se le rompieron sus autos y no le alcanzaba para pagar el alquiler".

 

Sabag Montiel desligó a los otros dos acusados

El principal acusado del atentado además aprovechó su declaración para desligar a Uliarte, y a Carrizo. "Con Brenda nunca compartimos la decisión de perpetrar el atentado", contó, y amplió: "Yo la quería matar y ella quería que muera. Pero yo nunca le planteé o le ordené a que lo haga, ni le di el arma diciéndole ‘hacelo vos’. Ella quería ser una espectadora del momento más que una partícipe".

También aseguró que a Carrizo le plantaron un arma y que no eran parte de una banda. "Mi relación con Carrizo fue breve, fugaz y corta. Lo conocí en una fiesta y solo tuvimos 4 o 5 meses de vínculo y solo por una cuestión laboral", declaró.

El descargo de Cristina Kirchner, en el arranque del juicio

Durante la jornada, Cristina Kirchner compartió una reflexión sobre el intento de magnicidio. En sus redes sociales, replicó una publicación del ministro de Justicia bonaerense, Juan Martín Mena, acerca del tratamiento judicial y mediático que recibió la causa.

"Más claro echale agua", escribió Cristina en una publicación donde replicó las palabras de Mena, quien esta mañana calificó el hecho como uno de los "más graves desde la recuperación democrática".

En el posteo, Mena compartió 10 consideraciones acerca del proceso judicial contra los atacantes de la exmandataria. Entre ellas destacó que el contenido del celular del atacante se borró al otro día del atentado, que nunca se profundizó sobre las supuestas organizaciones políticas que rodeaban a los atacantes (Revolución Federal, nueva Centro derecha, entre otras), y la denominada "pista Milman".

La investigación al diputado Gerardo Milman surgió luego de ser señalado por Jorge Abello, asesor de un entonces diputado del Frente de Todos, que se presentó días después del atentado y dijo que había escuchado a Milman en un bar del Congreso, 48 horas antes del ataque, decir "cuando la maten yo voy a estar camino a la costa".

Mena cuestionó además que "la justicia esperó todo lo que pudo" para revisar los teléfonos celulares de los presuntos implicados en la causa, y que nunca se profundizó sobre la vecina de Cristina, Ximena Tezanos Pinto, quien los días previos deseaba que los kirchneristas que estén 'presos, muertos o exiliados'.

Casi 300 personas están citadas a declarar. Los debates tendrán lugar los miércoles desde las 9.30, con un cálculo inicial de seis meses de duración del proceso, aunque por la cantidad de testigos es difícil estimar cuánto tiempo se prolongará el juicio.