Día del vino argentino: un legado de Domingo Faustino Sarmiento
El día del vino se celebra oficialmente desde el 2013 en Argentina con el objetivo de promover y revalorizar la bebida
El Día Nacional del Vino se celebra cada 24 de noviembre desde 2013, cuando se lo estableció a partir de la Ley N.º 26.870 como una bebida nacional. El primer reconocimiento a la bebida fue en 2010 a partir de un decreto presidencial, tres años más tarde fue aprobada la Ley.
El sector vitivinícola sufrió este año con una fuerte caída en exportaciones y pidió medidas. La fuerte helada impactó de lleno y complicó la cosecha que este año no superó los 14,5 millones de quintales.
De cara al futuro, el presidente de la Cámara Riojana de Productores Agropecuarios (CARPA), Mario González, señaló que "lo más importante es lograr equilibrar la economía y vivir en un país normal" donde se pueda "planificar y tener estrategias a largo plazo con reglas claras hacia adelante".
En Argentina, el vino es bebida nacional porque se lo considera un alimento con raíz cultural e identitaria, que forma parte de la dieta local de la mayoría de los habitantes. Se calcula que anualmente se consumen 22 litros de vino por habitante. A nivel mundial, Argentina es el primer país en declarar al su vino como bebida nacional.
Día del vino argentino: variedades más destacadas Cabernet Sauvignon:Es la variedad más consumida del país. Si bien no es de origen argentino, durante años fue incluso más popular que el Malbec. Es una cepa que se adapta a las particularidades de la región. Mendoza, San Juan y La Rioja son las provincias que más hectáreas de Cabernet Sauvignon siembran.
Pinot Noir:Es una variedad muy elegante, que pocas bodegas producen. Posee una amplia gama de aromas frutados de la franja de las frutillas, las frambuesas y grosellas. Es la base de los vinos de Borgoña e imprescindible en la elaboración del Champagne vinificado en blanco.
Chardonnay:Es una de las preferidas en el país, se dice que es el Cabernet Sauvignon de los vinos blancos. Se lo cultiva con éxito desde Salta hasta Río Negro. Esta variedad es una de las utilizadas como base para el Champagne y los espumantes. Por la intensidad de su perfume y versatilidad se obtienen vinos frescos para consumir jóvenes.
Cabernet Franc:Es de la familia del Cabernet Sauvignon. Hoy en día en el país se consiguen pocos vinos elaborados con Cabernet Franc como cepa única, pero los que hay son de una calidad excelente.
Malbec:Los expertos internacionales afirman que el Malbec argentino es el mejor del mundo. En el país es la variedad más fina y con más extensión de cultivo.
Cada 17 de abril se festeja el Día Mundial del Malbec, la cepa más cultivada en el país y la más representativa del vino argentino en el mundo.
Con el 56,4% del total de vino fraccionado comercializado en el mercado externo, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura, el Malbec sigue consolidándose como la variedad más exportada y afianza asi su posicionamiento internacional.
La efeméride del Día Mundial del Malbec fue impulsada por Wines of Argentina, entidad responsable de la promoción del vino argentino a nivel internacional.
Se eligió el 17 de abril en homenaje al mismo día de 1853 en que se presentó ante la Legislatura Provincial de Mendoza el proyecto que contemplaba la creación de una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura.
En términos de distribución por provincia, Mendoza encabeza el ranking con mayor superficie del varietal, con el 84,75%, seguida de San Juan con 6,10%, Salta con 3,61% y La Rioja con 814 1,75%.
Curiosidades sobre el vino argentinoOcho de cada diez argentinos y argentinas toman vinos tintos, blancos, espumosos, rosados, dulces y secos. En Argentina y Uruguay se da la particularidad de diluir el vino, ya que cuando solía llegar en barcos había pasado treinta días de viaje a más de 30°C.
A mediados del siglo XIX, Domingo Faustino Sarmiento tomó medidas para convertir la producción vitivinícola en una industria, y con la llegada de los inmigrantes, las grandes bodegas se multiplicaron, así como el consumo.
Hacia fines de los 90, en medio de una crisis, algunas bodegas apostaron por la calidad, se tecnificaron y comenzaron a exportar. Con la llegada de capitales extranjeros y el auge del Malbec, la Argentina se convirtió en el quinto productor mundial de vino y principal exportador de mosto de uva del planeta.