Disney tiene su peor año tras el estreno estadounidense de Wish
El estreno de la película animada Wish, que quedó en tercer lugar en los Estados Unidos, muestra problemas para el más importante de los estudios de cine de aquel país. Varias películas funcionaron muy por debajo de lo esperado y lleva a replantear el negocio.
Una de las curiosidades -seamos piadosos con el término- del año 2023 en el show bussiness es la pérdida de público de las películas de Disney en esta temporada, algo que quedó confirmado el pasado fin de semana cuando el último filme animado original de la firma, Wish, se estrenó en los EE.UU. A diferencia de lo que suele pasar (solía pasar) con los productos de Disney, el filme no ganó la taquilla sino que llegó en tercer lugar, con 31,7 millones de dólares en su mercado local. Aún hay que esperar qué sucederá en otros mercados (en la Argentina recién se estrena a principios de enero).
Pero el magro resultado de Wish -cuyo costo supera los 200 millones más unos 100 más en marketi se suma a lo que sucedió con casi todos los títulos grandes que estrenó la firma este año. Las decepciones incluyen dos películas de Marvel (Ant-Man: Quantumania y The Marvels, que tuvo un resultado realmente desastroso); la quinta película de Indiana Jones (que tuvo mucha mejor crítica que público); y La Mansión Embrujada, que casi nadie vio. La Sirenita hizo 569 millones en todo el mundo, gran recaudación para cualquier estudio que no sea DIsney. Y sólo fue un éxito indiscutible Guardianes de la Galaxia 3, que recaudó 845 millones de dólares. Pero los analistas esperaban que superase los 1000 millones.
Esa barrera muestra lo que pasó con Disney. En 2019, la firma logró dos récords: superar en recaudación global los 10.000 millones de dólares (primer estudio en llegar a esa marca) y lograr siete películas por encima de los 1000 millones. Luego vino la pandemia y todos los estudios se concentraron en el streaming (Disney entre los primeros) para sobrevivir en el corto plazo. Pero eso hirió a la exhibición en salas.
Una nota de Variety pone el foco en el problema: las películas de Disney son demasiado caras y tienen un altísimo punto de break-even. Lo que para cualquier estudio sería un triunfo (digamos, los 175 millones de Indiana Jones), para Disney es un fracaso. Pero invierte tanto porque las películas son el primer eslabón de un negocio que incluye merchandising, series de televisión, parques temáticos y más negocios ancillares. El problema consiste en que todo esto suele funcionar para marcas ya instaladas: nada cuesta más que instalar una nueva y por allí va el problema de Wish (incluso si cuenta con muchas referencias al mundo Disney).
Por ahora, la misma nota señala que los proyectos más prometedores que tiene Disney vienen de Fox, empresa que terminó de comprar en 2019. Entre ellas, la serie Avatar, que aunque estrenada en 2022, es de los mejores lanzamientos de 2023 si se tiene en cuenta lo que recaudó este año. Habrá que ver qué sucede con Deadpool 3 y el ingreso de los X-Men y los 4 Fantásticos al MCU, propiedades de Fox.