CAMBIA EL CONTROL

Disuelven la Comisión Nacional de Alimentos: las funciones pasarán al Senasa y la Anmat

La medida se fundamentó en la necesidad de terminar con trámites burocráticos que ponían “palos en la rueda” que a veces demandaban cuatro años para incorporar un producto al Código Alimentario Argentino 

BAE Negocios

El Gobierno disolvió la Comisión Nacional de Alimentos (Conal) y transfirió sus funciones al Instituto Nacional de Alimentos (INAL), con el propósito de eliminar trabas burocráticas que dificultaban la aprobación de productos alimenticios, con trámites que en casos extremos representaban una demora de cuatro años.

La disolución del organismo se concretó mediante el decreto 538/2025, publicado hoy en el Boletín Oficial, en el que además se dejan sin efecto las cabinas sanitarias en las que se procedía al control de los alimentos que ingresaban al país, ya que esa gestión en los hechos pasó a realizarse por la Aduana por medios digitales.

Las medidas fue destacada en uno de sus habituales posteos por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien sostuvo que la decisión “agilizará los trámites facilitando la operatoria de la industria” al reducir “instancias burocráticas focalizando la intervención en los organismos competentes”.

“Palos en la rueda”

“Argentina tiene todo para ser potencia en alimentos: recursos, gente, tradición, etc. El único impedimento es un Estado que pone palos en la rueda”, señaló el funcionario, que puso como ejemplo de esas restricciones a la Conal, “un organismo asesor al que había que consultar para incorporar un alimento al Código Alimentario Argentino y cuya intervención en algunos casos dilataba los trámites por varios años”, para asegurar al respecto que hay “registros de demoras de hasta 4 años”.

La nueva normativa “revierte la aprobación a las autoridades sanitarias naturales”, concentradas en el INAL, dependiente de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) y, en determinados casos, con el concurso del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

 

Los fundamentos

En los considerandos del decreto se remarcó que la disolución de la Conal no implica “desatender la protección de la salud pública”, ya que el control sobre los alimentos “demanda la aplicación de idénticos principios” a los establecidos por el INAL.

Con esta modificación, se alienta la simplificación de los procesos para la actualización de las normas del Código Alimentario Argentino (CAA) y se hace “más eficiente la gestión administrativa”.

Luego de destacar los criterios de eficiencia y racionalización de recursos como “objetivos permanentes del Estado Nacional”, el Gobierno señaló que la Conal fue creada en 1999 como “un órgano de articulación y asesoramiento en el marco del Sistema Nacional de Control de Alimentos”, pero que en la actualidad tanto el Senasa como la Anmat (a través del INAL) cuentan con “las atribuciones y los equipos técnicos necesarios para llevar adelante las tareas de elaboración, revisión y propuesta de modificación de la normativa alimentaria de manera directa y coordinada”.

SIMPLIFICAMOS LA INDUSTRIA DE ALIMENTOS. Argentina tiene todo para ser potencia en alimentos: recursos, gente, tradición, etc. El único impedimento es un Estado que pone palos en la rueda. Un ejemplo de esas restricciones era la Comisión Nacional de Alimentos (Conal) un organismo… pic.twitter.com/VgLseW9Azs

— Fede Sturzenegger (@fedesturze) August 5, 2025

 

“La dinámica actual de la producción, industrialización y comercio de alimentos exige mecanismos de respuesta más ágiles y directos, que pueden verse innecesariamente ralentizados por la intermediación de un cuerpo colegiado de carácter asesor como la Conal” y que sus funciones “pueden ser asumidas de forma más eficiente por los organismos sustantivos, sin necesidad de sostener la estructura administrativa de la citada Comisión”.

Asimismo, aseguró que la disolución de la Conal “no implica un menoscabo en la protección de la salud de la población ni en la calidad y sanidad de los alimentos, sino que busca optimizar los procesos de toma de decisión, concentrando las responsabilidades en los entes que detentan el poder de fiscalización y control”.

 

Cabinas sanitarias

Por otra parte, se dejan sin efecto las cabinas sanitarias únicas en los puntos de introducción de productos a las diferentes jurisdicciones, que fueron instituidas en su momento para realizar un control físico y documental de los transportes de productos alimenticios, como un punto de fiscalización en tránsito para verificar el cumplimiento de las normativas sanitarias".

Esas cabinas, indicó el Gobierno en el decreto, “han perdido utilidad en los últimos años para la fiscalización de los productos acondicionados en virtud de la digitalización de los trámites y la verificación que ya realiza el personal del servicio aduanero”, además de que el Senasa ya cuenta con  cabinas para la verificación de productos primarios, los cuales implican riesgo de plagas.

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