En un contexto marcado por la volatilidad política y financiera a dos meses de las elecciones, el dólar y los plazos fijos volvieron a disputarse el título de la mejor inversión en la Argentina. A lo largo del año ambos activos fueron alternando protagonismo: mientras en la primera mitad el plazo fijo se impuso por sus tasas, luego la divisa norteamericana recuperó terreno. Sin embargo, los datos de agosto y el arranque de septiembre muestran un escenario diferente.

 

¿Qué pasó con el dólar?

Durante agosto, el dólar mostró una fuerte inestabilidad. Comenzó en torno a los $1.325, subió hasta rozar los $1.400, retrocedió a $1.310 y finalmente cerró el mes a $1.360 para la venta en el Banco Nación. Pero lo relevante para el inversor es el valor de recompra: quien adquirió dólares a principios de agosto terminó vendiéndolos a $1.320, con una pérdida nominal del 0,37%. En otras palabras, el “billete verde” no fue un refugio rentable en el último mes.

 

¿Qué pasó con el plazo fijo?

El panorama fue distinto para quienes optaron por el plazo fijo. Con una tasa nominal anual (TNA) del 37% en el Banco Nación a inicios de agosto, un depósito de $100.000 rindió $3.041 en un mes, es decir, un rendimiento mensual del 3,04%. Si bien las tasas subieron aún más hacia fines de agosto y principios de septiembre —llegando en algunos bancos al 55%—, el beneficio obtenido en el octavo mes ya superó cómodamente a la evolución del dólar.

 

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¿Qué inversión rindió más agosto?

La comparación con la inflación resulta clave para medir la rentabilidad real. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), el IPC de agosto habría sido de 1,7%. De confirmarse esa cifra, los plazos fijos habrán superado a la inflación en más de un punto, garantizando un rendimiento positivo en términos reales. Incluso si la inflación se ubicara en torno al 2% o 2,2%, como anticipan algunas consultoras, el plazo fijo igualmente mantendría la ventaja.

En conclusión, septiembre arrancó con un claro ganador: el plazo fijo le ganó al dólar tanto en rentabilidad nominal como en poder adquisitivo. Mientras la divisa estadounidense mostró un retroceso en su valor de recompra, los depósitos en pesos ofrecieron un rendimiento real positivo. La incógnita ahora es si esta tendencia se sostendrá en los próximos meses, en medio de una campaña electoral que mantiene a los mercados en alerta constante.