Faltando algo más de 2 meses para el fin del gobierno de Alberto Fernández, entre los bancos privados empezaron a ensayar respuestas a eventuales cambios normativos si gana Javier Milei. En el sector, anticipan que habría una continuidad normativa en caso de que gane Sergio Massa y descuentan que uno de sus más íntimos colaboradores actuales puede ser el sucesor de Pesce. También dan por descontado un esfuerzo desregulatorio gradual si llegara a imponerse en las urnas Patricia Bullrich. Pero quieren estar preparados si el triunfo es del libertario y Emilio Ocampo, a quien ya designó como su hombre para el BCRA, los fuerza a pasar a un esquema de mayor competencia entre ellos con menos regulación y con libre competencia de monedas, un esquema inédito en el mundo y para el que los sistemas bancarios estándar no disponen del software desarrollado. Así, buscan estar mejor preparados para ofrecerles a sus clientes con rapidez algunas de las nuevas opciones que el candidato libertario prometió.

La primera y más evidente adecuación de los sistemas, sería la quita de buena parte de las restricciones operativas dispuestas en los últimos años. A saber, el tope de dos transferencias mensuales de dólares entre cuentas no propias, y el acceso irrestricto al Mercado Único Libre de Cambios (MULC), es decir, el fin del cepo.

Una segunda función que buscan tener aceitada es el pago de sueldos en dólares. En efecto, algunas empresas ya vienen abonando parte de los salarios en dólares sujetas al tope del 20% de “pago en especie” contemplado en la Ley de Contratos de Trabajo. Con un eventual curso legal para múltiples monedas, el pago en divisa ya no quedaría restringido al vericueto del “pago en especie” con el que las firmas que tienen ingresos en moneda fuerte buscan fidelizar a sus empleados.

 

Qué harían los bancos si gana Javier Milei

Con estas adaptaciones, los bancos apuntan a estar mejor preparados para captar clientes en el caso de una acelerada desregulación del sector. Al fin y al cabo, en los últimos años la banca dejó de ser un intermediario financiero entre ahorristas del sector privado y deudores/inversores, para pasar a intermediar entre depositantes y el BCRA con las Lebacs primero y, sobre todo, con las Leliqs.

Otra de las adaptaciones a los sistemas tiene que ver con lo que Javier Milei presentó con el nombre de libre competencia de monedas y cómo permitir la apertura de cuentas en más de las dos monedas actualmente autorizadas; y sobre todo como permitir la transferencia de valores de una cuenta nominada en, por ejemplo, reales brasileños, a otra en, por ejemplo, euros. En este sentido, los bancos estudian la posibilidad de actuar por default como agencias de cambio haciendo la conversión por default dentro del circuito de la transferencia entre cuentas, agregando una dificultad adicional al clearing y la compensación entre entidades.

Por lo pronto, según recogió BAE Negocios, se estudian adecuaciones del software, aunque la idea de libre competencia de monedas también requiere de una modernización de la logística física para que los clientes puedan, por ejemplo, hacerse si gustan de los activos en billete. Hasta ahora, esto está acotado al dólar y al euro y solo algunas sucursales de algunos bancos, por ejemplo, disponen de la moneda de países limítrofes para el cambio por ventanilla.