Le fue tan mal, en todo el universo conocido, a La Torre Oscura -adaptación bastante breve por cierto del primer libro de Stephen King sobre su propio "multiverso", que la aparición de la película en Netflix amerita una revisión. No solo no es "tan mala", sino que además es bastante noble. Hay un aventurero, hay magia y mundos paralelos de los cuales el nuestro, tan prosaico y terrenal, es probablemente el más triste. Hay un villano muy bien construido (Matthew McConeaughey se divierte y divierte) y un héroe igualmente creíble (Idris Elba). Y después hay un relato un poco a reglamento, es cierto, pero dado el tema y el mundo en el que transcurre el filme, consciente de modo irónico del uso de lugares comunes. Hoy ha crecido: no hay mejor prueba para una película (para cualquier obra, en realidad) que la perspectiva del tiempo.