“EE.UU. no va a tener problema en colaborar en la causa de los cuadernos”
Daniel Alonso, ex jefe de fiscales de Manhattan
Daniel Alonso fue jefe de la fiscalía de Manhattan. Experto en Compliance, dirige la firma Exiger y vino a Buenos Aires para participar del primer Congreso Internacional sobre el tema organizado en esta ciudad, que se celebró en la Universidad Austral.
El abogado dialogó con BAE Negocios sobre su experiencia en los Estados Unidos, y lanzó una advertencia a los empresarios y funcionarios involucrados en casos de coimas en la obra pública: “La Justicia norteamericana no va a tener problemas en colaborar”.
Alonso se refería a los activos que podrían haber adquirido los acusados con el objeto de lavar el dinero malhabido. Según cuenta, en ese país pueden iniciarse acciones contra estos bienes que hayan sido vehículos para exteriorizar la plata proveniente de actividades ilegales.
“Si la persona invierte las ganancias en Estados Unidos eso es lavado de activos. Si eso sucedió en el marco de un esquema de corrupción que ocurrió todo en la Argentina, pero invierten por ejemplo en Miami, el departamento de Justicia puede hacer una causa civil en contra de la propiedad sin una causa penal, ya sea contra los dólares una caja fuerte, tres yates o una casa”, asegura el ex jefe de los fiscales.
"La ley del arrepentido funciona porque antes van presos”
“Esta es una herramienta muy fuerte y te aseguro que aquellos empresarios y funcionarios que creen que han escondido en el exterior, las autoridades no van a tener ningún problema en colaborar, sobre todo en esta época de colaboración que hay entre ambos países”, sostiene Alonso.
Y cita como ejemplo el Lava Jato de Brasil, una investigación que contó con el apoyo de la Justicia federal estadounidense, mediante acuerdos firmados entre las dos naciones.
“Argentina debería tratar de hacer eso”, recomienda, aunque reconoce que será “un poco más difícil” ya que a diferencia de lo que ocurre en los EE.UU., “los fiscales no son parte del poder ejecutivo”.
“Desde el caso Siemens, Estados Unidos está interesado en la corrupción en la Argentina. La diferencia que surgió con la causa de los cuadernos es que ahora es la Argentina la interesada”, afirma el abogado experto en compliance.
“Debería formarse un grupo de trabajo” para tratar el tema, plantea Alonso.
El director de Exiger puntualiza las particularidades de la ley norteamericana, que le de jurisdicción a la justicia federal siempre y cuando un delito cometido en el exterior se haya vinculado con su territorio mediante el servicio telefónico, el correo, o en algún momento hayan viajado al país. Algo de eso ocurrió con la causa FIFA, que se investigó en EE.UU. a pesar de que la trama ocurrió en un 90% fuera de su frontera.
Otro de los requisitos por medio de los cuales la justicia norteamericana puede accionar contra empresas extranjeras o locales que operen en el exterior es, en el primer caso, que coticen en alguna de las Bolsas de ese país. En el segundo caso, si están instaladas en otro país pero aún así están sujetas a la jurisdicción de los Estados Unidos, explica Alonso.
El campeonato de la corrupción
En ese sentido, el ex jefe de los fiscales de Manhattan no tuvo problemas en electrizar el panel del Congreso en el que participó, y en el que se evaluaron el caso de España y Estados Unidos, la certificación de los Programas de Compliance y la Norma Antisoborno ISO 37001. El mismo estuvo moderado por la Presidenta del Capítulo Argentino de la World Compliance Association (WCA), Lina Anllo, y contó con la participación de los doctores en Derecho por la Universidad de Barcelona Mirentxu Corcoy, Víctor Gómez Martin y Ignacio Gallego Soler, y el presidente de la WCA, Iván Martínez.
“Los estadounidenses no van a tener problemas en decirles corruptos a los Argentinos”, sentenció Alonso, en línea con lo que había dicho antes Martínez: “Lamentablemente los argentinos son finalistas en el campeonato de la corrupción”.
Alonso consideró que la ley del arrepentido “tiene fallas” y funciona simplemente porque el juez “los pone presos antes”. “Hay que tener mucho cuidado con esta figura”, añadió.
“La ley no es buena, sólo está funcionando porque (los imputados) necesitan la libertad. La colaboración debe ser amplia”, subrayó.
Alonso describe un mundo que en la Argentina parece una fantasía. “Un sistema de justicia maduro puede investigar al que sea, no importa quién esté en el poder”.
No debería ser que lo hace sonar un partido a otro cuando sale del poder. No importa si es republicano o demócrata.
Debajo de Trump su departamento ha denunciado a republicanos.