El Brexit cambia el mapa del audiovisual en Europa
Gran Bretaña deja de ser "hogar" para señales estadounidenses
La Cámara de los Comunes del Parlamento británico rechazó finalmente, por una amplia mayoría, el acuerdo por el Brexit firmado entre la administración de Theresa May y la Unión Europea. Pero, todo el contexto de este "divorcio" entre Gran Bretaña y Europa ya es uno de los acontecimientos políticos más traumáticos de los últimos años, y también de los que mayor incertidumbre crea en los mercados. Todos los mercados, por cierto, incluido el de las comunicaciones y el entretenimiento. Caso claro: las medidas de contingencia que están desarrollando los operadores de cable y señales afines estadounidenses que operan en el territorio europeo y que tenían como base -por cuestiones idiomáticas y culturales- Londres.
Para que quede claro: los canales de cable "versión europea" (así como la versión latinoamericana) no "salen" directamente de Estados Unidos, sino que tienen su propio operador -y sus propias grillas- en cada territorio. Esto se debe a que las regulaciones para el broadcasting son diferentes en cada lugar y a que también lo son los derechos de emisión. Es posible que TCM pase una película en Europa porque tiene los derechos para ese territorio y no lo haga en América Latina porque, en ese espacio, los derechos los tiene otro canal u operador (más allá de quién pueda tener o no la copia). De allí que, adecuados a la legislación europea, establecieran sus oficinas en Gran Bretaña.
Muchos operadores americanos están mudando sus licencias a Europa continental
Pero si el reino sale de la Unión, aún cuando mantengan oficinas para el mercado británico, para transmitir hacia el territorio europeo y atenerse a derecho en ese espacio, deberán mudarse. Es lo que ya tienen preparados algunos operadores. Turner y NBC Universal, por ejemplo, ya solicitaron licencias de emisión a la Bavarian Media Authority alemana. Una vez aprobadas estas licencias -que implican de paso que habrán de tener oficinas en esa región- podrán emitir a Europa continental sin problemas (y deberán mantener las licencias británicas dado que ya no habrá uniformidad entre ambas, eso si el divorcio no se revierte; el panorama no es para nada claro). Discovery está mudando sus licencias a Holanda.
En realidad el impacto económico de dejar de utilizar una licencia británica y comenzar a hacerlo con una de Europa Continental -como explica Variety- es mínimo. El problema es otro: que muchas de estas señales producían contenido en Gran Bretaña con destino a toda Europa, y Londres se había convertido en un importante polo de producción audiovisual para todo el Viejo Continente. Ahora habrá (habría, siguen los potenciales ante la enorme incertidumbre) una producción más diseminada en el territorio continental, y mucho menos en el británico. Sin contar el gasto de mover empleados e infraestructura de un país a otro. Nada es fácil con el Brexit.