El Gobierno español encara una semana clave, ya que el PSOE confía en alcanzar un acuerdo con los catalanes de Junts, para que la Comisión de Justicia del Congreso apruebe una propuesta de ley de amnistía para los encausados y condenados por el fallido proceso independentista catalán, que permita luego avanzar en la aprobación de los presupuestos para el corriente año.

En caso de acuerdo y aprobación por parte de la Comisión de Justicia, el proyecto se debatiría una semana después en el pleno del legislativo. Según medios españoles, la amnistía se presenta como la clave para garantizar la estabilidad del Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez en medio de una situación política complicada, tras el escándalo de corrupción en el núcleo del Gobierno por el caso Koldo y la reciente debacle electoral del PSOE y Sumar en Galicia.

A pesar de la presión y la gravedad del caso Koldo, en la coalición gobernante existe confianza en el éxito de las negociaciones con Junts para lograr la aprobación de la amnistía. Las últimas semanas han sido aprovechadas para avanzar en conversaciones con los socios nacionalistas e independentistas, esenciales para la aprobación de los Presupuestos Generales.

Las fuentes consultadas sugieren que los Presupuestos no se presentarán hasta que se asegure el respaldo parlamentario de los partidos autonómicos, para lo cual la aprobación de la amnistía es condición indispensable.

 

Incertidumbre

El escándalo de corrupción vinculado a contratos públicos durante la pandemia motorizó la necesidad del PSOE de superar la crisis mediante la aprobación de la amnistía, que se ha convertido en un salvavidas político en medio de la tormenta perfecta.

El optimismo oficialista se basa en la creencia de que el acuerdo con Junts está próximo y que la amnistía se aprobará sin contratiempos de última hora. El PSOE no obstante muestra precaución ante la incertidumbre judicial y la imputación del ex presidente catalán Carles Puigdemont por terrorismo.

La amnistía, que inicialmente fue un desafío para el PSOE, se ha convertido en un punto de apoyo crucial para la legislatura al garantizar el apoyo de las fuerzas secesionistas, nacionalistas y de izquierda en el Congreso.

La salud de Jordi Turull, secretario general de Junts, quien sufrió un infarto la semana pasada, generó preocupación entre los socialistas, pero su reincorporación a las negociaciones trajo alivio. El PSOE no ha solicitado una nueva prórroga para negociar con Junts, indicando que el acuerdo está encaminado.