El presidente de la Nación, Mauricio Macri, aseguró que Juntos por el Cambio "ejercerá una oposición sana, constructiva y responsable" cuando deje el poder el 10 de diciembre y prometió favorecer una transición "ordenada" que comenzará hoy en la Casa Rosada.

Aliviado, sereno y acompañado en el escenario por su candidato a vice, Miguel Pichetto, el jefe de Estado expresó sus felicitaciones a los argentinos que fueron a votar y remarcó la "altísima asistencia". Y agregó: "Me pone muy orgulloso que todos entendamos que tenemos que ser protagonistas y que además hayamos llevado un día de elecciones en paz, fortaleciendo nuestra democracia", dijo.

Macri habló cuando ya se conocía la tendencia irreversible de los resultados, que mostraron de todos modos, una recuperación electoral ya que superaba el 40% de los votos, 8 puntos porcentuales más que los que había obtenido en las primarias del 11 de agosto.

"Queremos una transición ordenada que lleve tranquilidad a todos los argentinos. Acá lo único importante es el futuro y el bienestar de los argentinos. Quiero agradecerle de corazón a todos los argentinos que me acompañaron con su voto, a pesar de las dificultades, apostando al cambio que empezamos juntos", afirmó.

Macri declaró además que "la Argentina que viene nos necesita a todos poniendo lo mejor de cada uno" y sostuvo que "lo que viene también va a ser un aprendizaje", en un discurso en el que reconoció la derrota en las elecciones generales de hoy, desde el bunker de Juntos para el Cambio en Costa Salguero.

En ese lugar, los discursos estuvieron a cargo de los cabeza de fórmula: Macri, María Eugenia Vidal, quien sufrió una dura derrota electoral en la provincia de Buenos Aires y Horacio Rodríguez Larreta, el gran ganador de la noche, que realizó un comicio histórico al imponerse sin necesidad de segunda vuelta, a pesar de que en la ciudad es mucho más estricta la legislación y necesitó superar el 50 por ciento.

Con los resultados a la vista y las declaraciones de los candidatos oficialistas, quedó despejado también aquello que habia sugerido más temprano el jefe de Gabinete, Marcos Peña, de que iba a ser necesario esperar hasta el recuento definitivo, sugiriendo una resultado reñido o denuncias de irregularidades. Otro desacierto del hombre fuerte del gobierno que se va.