El exviceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis, afirmó que el gobierno decidió desacelerar el ajuste porque el nivel de recesión al que iba a someter a la economía "iba a ser demasiado grande". Afirmó que la obra pública se llevó la peor parte y proyectó que la inversión del estado cerrará el año en torno al 0,5% del PBI, cuando en 2023 representó el 1,3%, según datos de la OPC. Agis destacó que  más allá de los desembolsos del FMI y otros organismos internacionales, sin inversión extranjera el modelo que plantea el oficialismo no podrá reactivar la economía. Por eso remarcó que, con la continuidad del cepo, la implementación del RIGI será la única opción.

Agis afirmó que la administración actual está llevando adelante un cambio en el régimen macroeconómico. "La Libertad Avanza está en un modelo de transición. ¿A dónde nos quiere llevar? A un modelo de inversión con palanca externa, dedicadas a los activos donde Argentina tiene ventaja no solo comparativas, sino absolutas", explicó durante su participación en la Convención Anual de Camarco. Eso sería posible mediante un "financiamiento externo que permita dar alguna estabilidad cambiaria, que permita una baja de inflación sostenible, que permita reactivar el crédito".

Explicó que el "motor de arranque" de la recuperación no puede ser el consumo. "Estamos en un ajuste y justamente tenemos que relegar las cosas que consumíamos gracias a que no pagábamos otras. Si el consumo está apagado, la inversión destinada al mercado interno no tiene razón de ser", explicó.

Consideró que el único motor que traccione "el régimen macroeconómico que el Presidente tiene en la cabeza es un tipo muy específico de inversión, que es la inversión destinada a sectores que no dependen sustantivamente de la competitividad cambiaria, que pueden exportar a este dólar". Se trata de un modelo con similitudes, según el director de PxQ, con la Convertibilidad. Sin embargo, remarcó que el programa tiene una diferencia significativa: la vigencia actual del cepo.

Agis explicó que la "diagonal" que encontró el equipo económico del Gobierno para sortear ese problema fue el RIGI. "En esta situación económica, el presidente solo le puede ofrecer un país libertario al primero que se anime a poner guita". La idea del régimen de inversiones es que "microeconómicamente potencie a algunos sectores", entre los que enumeró al litio, los hidrocarburos de Vaca Muerta y la energía.

"El mundo nos sonríe en términos de lo que la Argentina produce, pero no es tan simpático en términos de financiamiento. Esto sale con inversión extranjera o no sale. No hay 'hot money' ('plata fácil') ni carry trade para Argentina”, opinó exfuncionario. "Cuando una economía está con el flujo mal, por más que privatice, por más que consiga un crédito, por más que el Fondo nos de devuelta 15.000 millones, a los argentinos nos duran 3 meses", acotó.  

En otro momento de la conferencia, Agis argumentó que "Milei está montando un argumento político para resolver un problema bastante claro y cotidiano, que es que no tiene de donde ajustar y al no tener de donde ajustar la obra pública se llevó la peor parte". Según sus estimaciones, el año cerraría con una inversión pública que equivaldría a 0,5 del PBI, cuando el año pasado fue de 1,3%, según datos de la OPC. 

Sobre esta línea, planteó que Milei dio un giro pragmático durante los últimos meses "¿Por qué retrasó tanto los aumentos de tarifas? Mi impresión es que el presidente, pragmáticamente, se dio cuenta que el nivel de recesión al cual nos iba a someter era demasiado grande y decidió meter un rebaje", sostuvo.

Por último, desestimó una recuperación rápida y proyectó una caída del PBI para este año en torno al 4%, número que asciende a 5% si se excluye al agro de la ecuación.