El verano trae consigo días calurosos que pueden ser difíciles de sobrellevar sin aire acondicionado. Sin embargo, existen alternativas efectivas para mantener el hogar fresco sin recurrir a aparatos eléctricos. Estas opciones no solo alivian las altas temperaturas, sino que también son amigables con el medio ambiente.

 

Un truco infalible es utilizar cortinas o persianas térmicas que bloqueen la entrada del calor. Este tipo de protección ayuda a mantener una temperatura agradable en las habitaciones, especialmente durante las horas de mayor incidencia solar. Asimismo, pintar las paredes exteriores con colores claros puede reflejar mejor la luz y reducir la acumulación de calor.

Métodos Caseros Para Combatir el Calor Humedecer las cortinas: Colocar trapos húmedos o atomizar agua sobre las cortinas refresca el ambiente rápidamente. Crear ventilación cruzada: Abrir ventanas opuestas en la casa genera corrientes de aire que disminuyen el calor. Usar recipientes con hielo: Situarlos frente a un ventilador produce una sensación de aire frío en pocos minutos.

Pequeñas modificaciones en la rutina diaria, como cocinar por las noches para evitar usar el horno durante el día, también pueden marcar una diferencia. Otra idea práctica es cambiar la ropa de cama por tejidos ligeros como el algodón, que absorbe menos calor y mejora la calidad del descanso.

Estas soluciones no requieren grandes inversiones y son ideales para quienes buscan comodidad en el verano sin aumentar su huella de carbono.