El acuerdo comercial con Estados Unidos, teñido por una relación bilateral "conflictiva"
Sica dijo que el acuerdo tiene “resistencias” de algunos sectores y espera que el Parlamento Europeo apruebe el entendimiento con el Mercosur
El acuerdo comercial que la Argentina sellará con Estados Unidos cobra un valor especial si se tienen en cuenta las “resistencias” de diferentes sectores empresarios del país del norte que, más allá de cuestiones de tamaño y escala, están históricamente en una relación de competencia, además de las limitaciones lógicas derivadas de los “escasos grados de libertad” que implica una negociación de 150 posiciones arancelarias sobre un universo de 8.000.
Así lo expresó el exministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, al explicar las negociaciones que está a punto de concluir el canciller Pablo Quirno, que en los próximos días irá nuevamente a Washington con ese propósito.
Sica también se consideró optimista sobre la probabilidad de que luego de casi un cuarto de siglo de gestiones se cierre el acuerdo de Libre Comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, esperando que el Parlamento Europeo de su aprobación “antes de fin de año”.
Posiciones arancelarias
El socio fundador de Abeceb indicó que las negociaciones con Estados Unidos no van a derivar en un acuerdo de Libre Comercio, ya que esa posibilidad le está vedada a la Argentina para hacerla en forma individual en tanto país miembro del Mercosur, sino que se limita a negociar un máximo de 150 posiciones arancelarias, sobre un total de aproximadamente 8.000.
“Los grados de libertad en la negociación son escasos”, señaló al respecto, en diálogo con el periodismo durante el XV Foro de Abeceb que se llevó a cabo el martes en el Faena Center de la Ciudad de Buenos Aires.
Sica recordó que el 2 de abril, en lo que se conoció como “Día de la Liberación”, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “presentó restricciones para cada país, entre las que había también para la Argentina”.
“Me imagino que habrán discutido en base a eso, una de las restricciones era la de importación de bienes de capital usados, que Argentina ya liberalizó”, expresó, además reconocer que en aluminio y acero están “unos de los temas de mayor rispidez a discutir, porque es uno en los que Estados Unidos salió muy fuerte con todos los países”.
En ese sentido, recordó que “la Argentina ha hecho una muy buena negociación en el 2017, cuando Trump puso un arancel de acero y aluminio y se consiguió un cupo que más o menos cubría lo que era la exportación de esos productos”.
Cuando Trump reasume en su segundo mandato “vuelve a poner esta medida y se voltea ese cupo; a lo mejor la discusión pasa por ahí”, estimó.
Los tiempos
La oportunidad para formular el anuncio está más supeditada a la agenda de Trump que a la del presidente Javier Milei, tanto por la discusión interna que aquel tiene con los demócratas como a que “quiere cerrar primero con los países más conflictivos (entre los que China figura en primer lugar) y después con los que tiene menos conflictos”, entre los que se encuentra la Argentina.
En ese contexto, Sica valoró especialmente el significado del acuerdo en función de una historia comercial bilateral que “siempre fue conflictiva”, por tratarse de “economías competitivas, obviamente con diferencia de tamaño, de competitividad, pero en esencia hacemos lo mismo”.
Conflictos y resistencias
“Nos pusieron medidas antidumping con el biodiésel, en un momento con la miel, también con los limones y el acero”, reseñó, para explicar respecto a este último producto que “parte de la estrategia de Techint de internacionalizarse fue para poder mejorar su posición en Estados Unidos, donde tuvo que invertir y hoy es el principal proveedor de tubos sin costura a la industria petrolera”.
El economista agregó que “como en todo país que también produce alimentos, hay resistencias” y entre ellas destacó que “siempre la hubo para la entrada de la carne argentina, porque ellos también tienen producción”.
“Asimismo, Estados Unidos sale muy fuerte con cuestiones tecnológicas y con las farmacéuticas; acá en la Argentina tenemos el tema de nuestra ley de propiedad intelectual, donde siempre hubo rigideces y es un reclamo histórico de las empresas americanas”, acotó.
Con la UE, “se alinearon los planetas”
Respecto al acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea, Sica celebró que “los cuatro países del Mercosur están empujando juntos, se alinearon los planetas por primera vez desde 2019” y que en este momento “la pelota está en el Parlamento Europeo”.
“Ya se terminaron las correcciones legales y las traducciones y creo que ya ha entrado en el Consejo para que vaya al Parlamento. Si están los votos, la aprobación quizás podría ser antes de fin de año”, pronosticó, al tiempo que explicó que el convenio regirá para “un 70%” del comercio total, ya que para el resto “quedan las llamadas ‘facultades no delegadas’ de los países de la UE en el Parlamento regional”, a lo que debe sumarse “la ronda entre los 28 países para que cada uno lo apruebe”.
Un nuevo escenario
Sica recordó que Francia “fue el que hizo más fuerza en contra” por la presión de sus agricultores, pero que hoy “después de la invasión de Rusia a Ucrania y el cambio de posición de Europa, esa resistencia está un poco más blanda”, contándose a favor el apoyo de “Alemania, Italia y muchos más”.
“Lo que cambió fue la percepción de la UE; antes el acuerdo era muy necesario para el Mercosur y parecía que no tanto para Europa, hoy Europa lo necesita para volver a reinsertarse en un vínculo con América Latina y fundamentalmente por la energía”, luego de la interrupción de la provisión por parte de Rusia, precisó.
En ese marco, se refirió al cambio del equilibrio mundial, en el que “Estados Unidos se desacopla de Europa en defensa; Europa se desacopla en energía de Rusia; China se desacopla del mundo en materia de semiconductores y Occidente se desacopla de China en materia de minerales raros”.
“Entonces, todos quieren tener control sobre las cadenas de valor, los sectores estratégicos como los minerales, la energía, la seguridad alimentaria, y contar con proveedores confiables. Y hoy el Mercosur puede ser el proveedor confiable que necesita Europa”, planteó.
Por último, además de los acuerdos con Estados Unidos y la UE, Sica señaló que “claramente la Argentina tiene que manejar esa dualidad en materia de política internacional, porque la demografía te lleva a mirar a África, Asia, India, donde vas a tener una gran demanda”.