El clásico bodegón "La Pipeta" de la Ciudad de Buenos Aires vuelve a abrir sus puertas en horario nocturno luego de dos años de lucha tras la llegada de la pandemia del coronavirus. El 15 de noviembre del 2021 el lugar reabrió sus puertas tras pasar 14 meses sin atender clientes. 

En 2021, el bodegón "La Pipeta" cumplió 60 años de trayectoria en calle San Martín 498 esquina Lavalle. El salón se encuentra en el subsuelo del Edificio Argentino y fue declarado patrimonio de la Ciudad de Buenos Aire. En sus inicios, la clientela se componía de visitantes que llegaban al Puerto y quienes iban al cine Lavalle, o a las noches de boxeo en el Luna Park. 

Este martes 5 de abril, el bodegón volverá a trabajar los dos turnos, almuerzo y cena. El año pasado solamente se contaba con el turno del mediodía. En un llamativo anuncio por medio de las redes sociales, dieron a conocer que a partir de ahora abren "de Lunes a Sábados de 11:01 a 23:59 [ 1 minuto más nos estiramos ]". 

El bodegón decidió apostar a sostener el trabajo a pesar de la crisis que vive el sector gastronómico desde 2020, que recién ahora comienza a recuperarse. Más de 300 personas dependen de su empleo en La Pipeta y los otros siete locales que gestionan sus dueños en el microcentro de Buenos Aires.

Uno de los dueños del bodegón La Pipeta y encargado del manejo comercial, Jorge Ferrari, hace tiempo atrás había hablado sobre la situación que atravesaron en el pico de la pandemia del covid-19, y comentó: “A nosotros el capital de trabajo nos duró dos, tres meses. Yo siempre contaba que había un estudio de J.P. Morgan que decía que el ciclo de un restaurante en Estados Unidos, sin hacer caja, y con otra economía, es de 14 días. Calculá en 14 meses cuántos 14 días tuvimos”, contó en una entrevista con Perfil.

“Nosotros decidimos poner patrimonio nuestro. Arriesgamos el futuro de nuestros hijos para sostener una estructura”, dijo sobre los esfuerzos para costear, de base, alrededor de 400 mil pesos mensuales entre alquiler y expensas.

En esta línea económica, el dueño del bodegón, además, mencionó que habían calificado para todas las iniciativas de apoyo financiero del Gobierno, pero que nada de eso fue suficiente. “En la estructura que tenemos la ayuda del Gobierno representa el 8% del costo mensual. El otro 92% salió de nuestro bolsillo, sin perder ningún puesto de trabajo”, relató Ferrari.