No sólo se habla de bitcoin en el universo cripto. El NFT es la nueva palabra de moda. Se trata de una suerte de "sello digital" que vuelve único cada archivo y permite coleccionarlos. Una tecnología que está revolucionando el mundo del arte, entre otros rubros. 

El jueves 11 de marzo fue un día histórico para el arte digital. La obra "The First 5000 Days" del artista Mike Winkelmann (conocido como Beeple) se vendió a través de la casa de subastas Christie's en más de US$69 millones. Esta venta convirtió a Beeple en el tercer artista vivo mejor pago del mundo, detrás de Jeff Koons y David Hockney. La noticia es que la obra vendida tiene su propiedad basada en NFT, un tipo especial de token que garantiza la propiedad digital de sus medios asociados y su valor único, destaca un informe elaborado por la plataforma cripto Ripio. "Es una señal de lo que puede pasar. De la misma forma que el precio del bitcoin es una señal. Eso significa que hay algo atrás que está creando una masa crítica y un ecosistema que permite otro tipo de desarrollos", destacó Juan José Méndez, Chief Brand Officer de Ripio. A raíz de esta operación con Christie's comenta además: "Es el mismo aval que tuvo Bitcoin el año pasado. Instituciones y figuras reconocidas se mostraron a favor, invirtieron abiertamente como Elon musk o el CEO de Twitter.  Paypal va a empezar a ofrecer, ahora se rumorea que hasta Netflix va a aceptar".

¿Qué son los NFT?

Los NFT (tokens no fungibles, por sus siglas en inglés) son un tipo de activos digitales diseñados para ser únicos, una característica que comparten todos los bienes coleccionables, como las obras de arte, estampillas, discos de vinilo.

Una pieza digital es un conjunto de datos. Es decir, no hay pintura ni tela , sino un archivo que almacena información. Esto significa que se pueden realizar infinitas copias de ese archivo, indistinguibles entre sí, y la pieza no pierde calidad. "El protocolo detrás de los NFT es revolucionario porque permite crear activos digitales únicos y por lo tanto coleccionables. Esto es posible gracias a que incorpora información adicional al archivo y deja registrado de forma permanente un "sello digital" o certificado que indica que ese es el archivo digital original", destacan. Permite almacenar datos históricos de todos sus dueños y verificar su autenticidad.  A diferencia de otro tipo de criptoactivos como Bitcoin, los NFT no se pueden intercambiar directamente entre sí. Esto se debe a que no hay dos archivos idénticos. Son indivisibles y  son indestructibles.

No son nuevos. De hecho, en 2017 la red de Ethereum se congestionó por la enorme demanda de CryptoKitties, juego pionero en el uso de estos tokens, que ofrece gatitos digitales coleccionables. Con el tiempo, se volvieron cada vez más populares entre los usuarios de criptomonedas y también entre artistas digitales, gamers, músicos y coleccionistas. "Cuando esto toca otros ecosistemas se termina potenciando. Muchos músicos, como Ozuna, sacaron sus propios coleccionables.  Es una nueva etapa en el mundo del fandom. La próxima tendencia son otras comunidades que manejan su propia economía interna en sus plataformas como los videojuegos", explica Méndez.

De Jack Dorsey a William Shatner

El lunes pasado, el fundador de Twitter Jack Dorsey puso a la venta el primer tweet. El comprador pagó US$ 2,3M. William Shatner, más conocido como el Capitán Kirk de "Star Trek", emitió 90.000 tarjetas digitales en la blockchain WAX mostrando varias imágenes de él mismo. Cada tarjeta se vendió inicialmente por US$1 Un inversor pagó U$U 222.000 para comprar un segmento de una pista de carreras digital de Mónaco en el juego F1 Delta Time. El NFT permite al propietario recibir dividendos del 5% de todas las carreras. Dragon the CryptoKitty sigue siendo uno de los NFT más caros del mercado, valorado en 600 ETH. Alien # 2089 se vendió por 605 ETH en enero de 2021. Este NFT es parte de la colección CryptoPunk, los primeros NFT jamás creados.