El consumo en los hogares argentinos registró un repunte en enero, con un incremento interanual del 5,4% y una suba del 4,3% respecto a diciembre de 2024, según el Indicador de Consumo (IC) de la Cámara Argentina de Comercio (CAC). Si bien la mejora es significativa, también se explica por la baja base de comparación de inicios del año pasado, cuando la actividad económica mostraba caídas generalizadas.

El informe destaca que este crecimiento está impulsado principalmente por la expansión del crédito y la estabilidad nominal. "Enero de 2025 registró el primer valor positivo de los últimos meses, y el avance fue de gran magnitud, lo que implica una señal auspiciosa", señala la CAC. No obstante, advierte que "no debe desconocerse el bajo nivel de comparación de comienzos del año pasado".

La economía argentina cerró 2024 con cifras en rojo. Durante el año pasado, el consumo masivo mostró una caída sostenida, y el Indicador de Consumo de la CAC registró variaciones interanuales negativas hasta diciembre. En paralelo, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) tuvo una primera variación positiva en mayo y un segundo repunte en noviembre, aunque sin consolidar una recuperación sostenida. La contracción del crédito y la inflación golpearon el gasto de los hogares, que recién en los últimos meses de 2024 mostraron signos de recomposición.

Inflación en mínimos y menor tasa de interés

El repunte del consumo se produce en un contexto de desaceleración inflacionaria. En enero, la inflación mensual se ubicó en 2,2%, con una interanual de 84,5%, el registro más bajo para un primer mes del año en seis años. En conjunto con la reducción del ritmo de devaluación del peso, el Banco Central recortó en tres puntos porcentuales la tasa de política monetaria desde febrero. Si bien la escasa liquidez del sistema financiero dificulta la baja inmediata en las tasas de crédito bancario, la estabilidad de precios genera condiciones favorables para el financiamiento a mayor plazo.

Cambio en la estructura del consumo

Según la CAC, el crecimiento del consumo responde a un cambio en la estructura del gasto de los hogares, con un mayor peso de los bienes durables en detrimento del consumo masivo. "Esta dinámica representa un cambio en la estructura de consumo del hogar, orientándose más a bienes durables facilitados por el crédito que a bienes de consumo diario", detalla el informe.

El consumo de bienes durables muestra una fuerte recuperación. En enero, el patentamiento de autos creció 113% interanual, alcanzando el nivel más alto desde agosto de 2018. La venta de electrodomésticos aumentó 5,3%, mientras que el crédito hipotecario retomó dinamismo a partir de abril de 2024, impulsando el mercado inmobiliario en el AMBA. En contraste, el consumo masivo mantiene una recuperación más lenta: según Scentia, cayó 10,6% interanual en enero, afectando especialmente a los comercios de barrio.

Rubros ganadores y perdedores

El crecimiento del consumo fue generalizado, aunque con diferencias entre sectores. Transporte y vehículos lideró con un alza del 4,6% interanual, seguido por vivienda, alquileres y servicios públicos (3,4%) y recreación y cultura (1,9%). En cambio, el rubro de indumentaria y calzado continúa en terreno negativo, con una caída de 4,6% interanual, aunque desacelerando su ritmo de contracción.

Mejora en la confianza del consumidor

El repunte del consumo se condice con un aumento en la confianza de los consumidores. Según el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de enero de 2025, este subió 2,9% mensual y 33,1% interanual, alcanzando su nivel más alto en un año. El mayor crecimiento se dio en la percepción sobre la compra de bienes durables e inmuebles, que escaló 137% interanual, mientras que las condiciones presentes mejoraron 90% en el mismo período. Por nivel de ingresos, los hogares de menores recursos mostraron la mayor mejora (14,4% mensual), mientras que en los sectores de mayores ingresos hubo una leve retracción (-5,2%).