El gasto público llevó a empresas a financiarse con deudas con el Estado

Tributaristas sostienen que es más conveniente postergar pagos

amaciel

Enviado especial a Ushuaia

Especialistas admitieron que el elevado gasto público promovió un diferimiento en el pago de los impuestos nacionales como forma de financiamiento ante la "distorsión" que generó la "pérdida de valor de la moneda". La sentencia se reflejó en el II Congreso Internacional de Derecho Tributario que organizó la Agencia de Recaudación Fueguina (AREF) y la Universidad Austral y que se realiza en la ciudad de Ushuaia.

En ese mismo ámbito, hubo una alerta sobre el déficit que genera la crisis y la presión tributaria récord en las empresas: "Cuando tenemos que pagar con nuestro capital, es cuando la contribución es perjudicial", dijo Erwin Romero, docente de la Universidad de San Carlos de Guatemala. De ese modo, los tributaristas pusieron en la mesa de debate.

"La pérdida de valor de la moneda argentina. Vivimos en un país que no tiene moneda. Como no tenemos moneda, la contribución al sostenimiento del gasto público está distorsionada. Esta distorsión genera reacciones por parte de los particulares. Los contribuyentes pícaros que no quieren sostener el gasto público pueden tomar la decisión de endeudarse con el Estado. El empresario puede financiarse con nuestro dinero, aprovechándose de nuestra nobleza", afirmó el abogado especialista Alejandro Linares Luque.

La crisis económica llevó a que las empresas elijan postergar los pagos con la administración de recaudación y costear los intereses que los organismos estatales imponen como penalidad, pero que están por debajo de los exigidos por el sistema financiero tradicional o las "cuevas" informales.

Y si bien se señaló esta práctica como una "picardía" ante el cambio de deuda, existe una fuerte preocupación entre los especialistas por la situación contable de las empresas, debido a que habría gastos que empezaron a ser costeados por fuera de las capacidades de las empresas.

El Congreso reunió a casi 300 especialistas en derecho tributario que representan a organismos del Estado y a distintas empresas, que son los encargados de planificar el diseño de costos de impuestos en el medio de una presión fiscal récord en Argentina y con desafíos de competencia internacional en materia de comercio exterior.

La apertura del congreso estuvo a cargo del director ejecutivo del AREF, Arturo Capellano; y la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone.

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