El gran despertar de las agencias de calificación

Las agencias de calificación empiezan a inquietarse. En menos de dos semanas se han anunciado dos revisiones a la baja, y de qué magnitud.

Igor Kuchma

Para empezar, Fitch rebajó la calificación de la deuda estadounidense a largo plazo de AAA a AA+, alegando el aumento de los costes de los préstamos y el deterioro de las condiciones financieras.

A continuación, Moody's tomó medidas similares en el sector bancario al rebajar la calificación crediticia de 10 instituciones financieras, entre ellas PNC Financial Services Group y Capital One Financial Corp.

También advirtió de que podría rebajar la calificación de U.S. Bancorp, Bank of New York Mellon Corp, State Street Corp. y Truist Financial Corp. debido a las crecientes presiones dentro del sector. 

La reacción del mercado no se hizo esperar: las acciones de PNC Financial Services Group cayeron un 1,77%, las de Goldman Sachs un 2,05% y las de Bank of America Corporation un 1,91% el martes.

Seguramente, si este anuncio se hubiera hecho después de la quiebra de Silvergate Bank, la caída habría sido mucho más llamativa. Así las cosas, no se trata de un pánico, sino de una ligera corrección. Incluso el índice del dólar DXY ha detenido su recuperación.

Pero, ¿qué esperar a continuación?

Fitch señala la amenaza de recortes de ingresos ante el aumento de los costes de financiación, así como el incremento de los riesgos relacionados con los préstamos inmobiliarios.

En general, sin embargo, ve el sector estable. La Reserva Federal, por cierto, comparte una opinión similar: sí, no todo va bien en el sector, pero no se trata de una catástrofe.

Además, según las recientes pruebas de resistencia de los bancos, las pérdidas previstas ascenderían a 541.000 millones de dólares en caso de recesión grave.

El problema son los bancos regionales, ya que casi 4 meses después de la quiebra de SVB, siguen dependiendo de cientos de miles de millones de dólares de financiación pública.

En resumen, no hay indicios de otra oleada de quiebras entre las entidades, pero seguiría siendo conveniente añadir los valores de mayor riesgo al stock screener.

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