El negocio del cine ve alivio gracias a la vacuna de Pfizer

La noticia de la efectividad de la vacuna de Pfizer causó un alza en las acciones de las empresas exhibidoras de cine.

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Después de meses de problemas, los cines de los Estados Unidos tuvieron por fin una jornada de alivio. La noticia de que la vacuna contra el Covid-19 creada por Pfizer tiene un 90% de efectividad en fase 3 implicó rápidamente una suba en las acciones de las mayores empresas de exhibición cinematográficas, algunas de las cuales están al borde de la quiebra como, especialmente, la más grande de ellas, AMC. Las acciones tuvieron un incremento de entre el 18% (Imax) al 51% (AMC). Pero como bien señala Variety, esta variación está muy lejos de llevar las empresas al valor que tenían pre-pandemia. La acción de AMC, que es testigo del mercado, cerró en Wall Street el lunes a u$ 3,77, menos de la mitad de lo que valía en febrero.

 

De todos modos, esto permite ver la luz al final del túnel, y es probable que induzca a un movimiento en el resto de los mercados. El problema base de las salas no es solamente el cierre, sino que han acomodado su modelo de negocios al de los "tanques". En los EE.UU., alguna vez lo explicamos en estas notas, se les llama a esas películas hipergrandes "tentpoles", el mástil central de la carpa del circo. Son las que sostienen todo el negocio en sus diferentes facetas (producción, marketing, distribución y exhibición). Se proyectan en pantallas gigantes y salas para muchos espectadores con muchas funciones constantes. Los cines viven de lo que el público de los "tentpoles" consumen, entradas aparte. 

Hoy hay cines abiertos en los EE.UU. Pero no hay "tentpoles" porque requieren salas llenas, sin competencia de otros filmes similares durante dos fines de semana, para recuperar sus cada vez mayores costos de producción. Los estudios, que hoy son subsidiarios de negocios mayores (el principal de Disney es la hotelería; el principal de Warner, AT&T mediante, son las comunicaciones; Sony está bancado por la electrónica, etcétera) pueden, con esfuerzo, posponer sus "tentpoles" para mejores tiempos con salas sin distancia social. Los cines, no y son, de todos, el eslabón más frágil de la cadena. Confiaron demasiado en las miríadas de superhéroes, monstruos y animaciones, incrementaron sus salas y hoy no las pueden llenar.

Salvo Mujer Maravilla 1984, que sigue con fecha de estreno firme en la semana de Navidad, todos los tentpoles del año o bien pasaron para 2021 (Rápidos y furiosos 9, James Bond, Black Widow), o bien fueron directo a digital (Mulan y Soul, ambos de Disney, el segundo en la plataforma SVOD de la firma a partir de diciembre). El único "tentpole" que intentó salvar el negocio, Tenet, fracasó. Una vacuna que le ponga fecha final a la pandemia permite repensar y reconstruir audiencias. Aunque es difícil que el cine se reconvierta a algo más humano, más chico, más cercano a lo que fue alguna vez, y que el modelo "tentpole" siga haciendo estragos con su apuesta a todo o nada.

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