El paro de ATE y la CTA Autónoma marca un alto punto de fricción con el Gobierno
El plan de lucha de la central sindical y la asociación de estatales comenzó en febrero. La injerencia del FMI en las cuestiones económicas, el fracaso de las medidas antiinflacionarias y la rúbrica del acuerdo con UPCN que fue anunciado por el Presidente, detonaron la relación
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA) decretaron un paro nacional para el viernes 16. El punto culminante en la definición de esa medida de fuerza fue el acuerdo para la paritaria de los estatales nacionales que el Gobierno cerró con UPCN. El escenario incluso supera la "clásica rivalidad" entre ATE y la unión sindical que lidera Andrés Rodríguez.
En efecto, la precuela del paro arrancó hace meses con las últimas negociaciones con el FMI, que la CTAA fustigó. Sumó potencia en los debates del haber mínimo en el Consejo del Salario e incluso con críticas públicas sobre el fracaso de cada medicina antiinflacionaria de la Casa Rosada.
De allí que al anunciar el paro el titular de ATE y la CTAA, Hugo "Cachorro" Godoy, dijo que el 16 habrá movilizaciones y cortes de ruta "siguiendo con el plan de lucha iniciado en febrero". El sindicalista resaltó la demanda de "urgentes medidas para percibir salarios dignos y por mejores condiciones laborales". El encuadre político respecto a la injerencia del FMI se trazó sobre "la necesidad de soberanía y justicia social". Condena al ajuste, aumento de emergencia, cese de la precarización laboral y de la criminalización de la protesta social como la implementación del salario universal, completan el abanico de reclamos. Se incluye también al próximo CNS y la actualización del haber mínimo "por encima de la escasa mejora ya estipulada que llevará el Salario Mínimo Vital y Móvil a $87.987" para este mes.
Piden pan, no le dan"Este haber mínimo ya no alcanza ni para comer", graficó Godoy respecto al CNS donde la CTAA votó contra el acuerdo que rubricaron la CGT, la UIA y tuvo la abstención de la CTA de Hugo Yasky. Para el adjunto nacional de ATE, Rodolfo Aguiar, "este Gobierno profundiza el ajuste en el último tramo de su gestión. Los salarios siguen perdiendo poder adquisitivo y aumenta la precarización laboral en un sector público cada vez más empobrecido".
El dirigente patagónico también abordó la cuestión de la suma fija, un debate que lleva más de un año en el Frente de Todos, con opiniones divididas para privilegiar sólo las paritarias como el sector dialoguista de la CGT y el Gobierno, frente a la postura del Frente Sindical moyanista (Fresimona) y la Corriente Federal (CFT) a favor del pago adicional definido mediante un decreto.
"Necesitamos un aumento de emergencia por encima de la inflación y una suma fija que permita mejorar sus condiciones a los que menos ganan", dijo Aguiar sumando la necesidad de que la Casa Rosada honre su promesa para el pase a planta permanente de todos los contratados en el Estado".
Además de la coincidencia por la suma fija, la CTAA y los gremios kirchneristas semanas atrás se habían manifestado en bloque al cumplirse 40 años de la Movilización por "Paz Pan y Trabajo" respecto a "que la deuda externa no la paguen los de abajo". En esa ocasión esos bloques suscribieron un documento en común donde reclamaron "que al FMI se le pague con la prórroga del impuesto a las grandes fortunas y los 100 agentes que fugaron divisas".