Ese puerto USB que casi nadie mira en el router de casa puede convertirse en una herramienta poderosa. Con estas funciones, podés sacarle el jugo sin complicarte.

Convertí el router en un servidor de archivos Qué necesitás: una memoria USB o un disco externo. Cómo hacerlo: conectalo al puerto USB del router. Qué podés hacer: compartir fotos, música, videos o documentos con cualquier dispositivo conectado a tu red Wifi. Armá tu propia nube privada Qué necesitás: la misma unidad USB conectada al router. Configuración: desde el panel de administración del router (accedé con tu navegador y poné la IP del equipo). Beneficio: accedés a tus archivos desde cualquier lugar, sin depender de Google Drive o Dropbox. Convertí una impresora vieja en inalámbrica

Requisito: que el router soporte impresoras por USB (consultá el modelo).

Paso a paso:

Conectá la impresora al puerto USB del router. Configurá la red desde tu PC o celular.

Resultado: imprimís desde cualquier parte de la casa, sin cables ni Bluetooth.

Programá copias de seguridad automáticas

Ideal para: quienes trabajan con archivos importantes.

Cómo se hace:

Conectá un disco al router. Activá las funciones de backup desde el sistema operativo de tu PC o app del router.

Ventaja: tus archivos se guardan de forma automática, sin depender de servicios en la nube.

Descargá archivos con la computadora apagada

Qué necesitás: un router que admita descargas directas (con software o apps integradas).

Cómo hacerlo:

Desde el celular o navegador, cargás los enlaces de descarga (torrents, archivos directos). El router guarda todo directamente en el USB.

Para qué sirve: ideal para bajar películas o documentos pesados sin dejar la PC encendida.

El puerto USB del router puede parecer un detalle técnico sin importancia, pero, usado con inteligencia, se convierte en una solución práctica para muchos problemas cotidianos. Revisá si tu equipo lo tiene, buscá las opciones en el panel de configuración y empezá a sacarle provecho a esta herramienta que ya está en tu casa.