FINANZAS

El salto en la expectativa de inflación le marca el clima a la licitación del Tesoro

La Universidad Di Tella relevó un incremento de 6,2 puntos en el IPC esperado por "la gente de a pie" para los próximos 12 meses. Llegó así a una de 58,4%, similar a la que proyectan los bancos y analistas de la city. Esa espiralización mete la cola en el apetito por activos financieros indexados y mañana el Tesoro juega otro partido clave con una nueva licitación. Necesita conseguir pesos para evitar incumplirle la meta monetaria al FMI pero ofrece pocos instrumentos de corto plazo y que ajustan por CER

mcortiz

La expectativa de inflación no deja de crecer. En mayo, de hecho, dio su mayor salto desde el pánico que se observó durante la cuarentena a nivel Fase 1. Según la Encuesta de Expectativas de Inflación de la UTDT, subió 6,2 puntos de un sólo golpe y se situó en 58,2% para los próximos 12 meses, ya en línea con lo que venían proyectando los analistas y bancos de la city. Así, de la mano con la potencial espiralización de la dinámica de precios, se espera un mayor apetito por los instrumentos de corto plazo que ajustan por CER. Paradójicamente, el Tesoro decidió no ofrecer demasiado de esa opción en la licitación que se realizará durante el mediodía del viernes, en la que se juega la posibilidad de cumplir la meta monetaria con el FMI. La Lecer más corta es a mayo del 2023.

Desde Portfolio Personal Inversiones, destacaron al respecto: "Creemos que el Tesoro necesita engrosar el resultado del mes para traer mayor tranquilidad al mercado en un contexto de déficit creciente que presiona sobre el financiamiento monetario del BCRA y pone en duda el cumplimiento de la meta monetaria con el FMI en el segundo trimestre. Recordemos que el Tesoro llegó con lo justo en la primera licitación del mes, que dejó $29.900 millones de financiamiento neto, aunque logró mejorar dicho resultado con la segunda vuelta, cuando juntó $36.300 millones adicionales. Sin embargo, en esta oportunidad el equipo de Finanzas ofrece un menú más acotado de instrumentos en pesos y con menos opciones de títulos cortos que ajustan por inflación". 

Y agregaron: "Creemos que las ofertas se centrarán en la letra ajustable por CER con vencimiento en mayo 2023, considerando que al Gobierno se le está resultando extremadamente difícil lograr emitir deuda con vencimiento posterior a las elecciones del año que viene y en instrumentos no indexados". 

Hasta abril, Finanzas venía escaso en su oferta de instrumentos que ajustan por CER. Los resultados fueron los malos conocidos, dado el contexto de aceleración inflacionaria, en primer lugar, y de las expectativas hacia adelante para la dinámica de precios, en segundo. 

El 58,2% que pasaron a proyectar en mayo las 1.082 personas consultadas por la UTDT es ahora idéntico a lo que señalaron los bancos y analistas de la city en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), publicado por el Banco Central. Pero, además, significó un desmejoramiento importante de las expectativas respecto al 52,2% que proyectaban en abril. En la calle se empieza a compartir la visión de la city acerca de la pérdida de valor del peso, lo que se vuelca en un mayor apetito por activos indexados. El salto de 6,2 puntos en mayo fue el mayor desde el pánico que generó la Fase 1, cuando llegó a subir 6,9 puntos en un mes. De ahí que los plazos fijos UVA crezcan 10% mensual real.

Lo mismo se observa en las licitaciones del Tesoro. A diferencia de lo ocurrido en abril, cuando el nivel de renovación de los vencimientos fue de apenas 90%, en la primera licitación de mayo Finanzas pasó a ofrecer instrumentos de corto plazo y ajustados por CER, lo que llevó al rollover a un nivel positivo de 109%. Ese número todavía está por debajo del 125% que necesita el Gobierno para aminorar la emisión de billetes y cumplirle al FMI la meta monetaria.

 

Desde Equilibra señalaron: “En la primera subasta del mes, el Tesoro obtuvo financiamiento neto por $66.000 millones, con un rollover del 109%. Excluyendo el TY22P, que es exclusivo para la integración de encajes bancarios, el 74% del financiamiento obtenido fue mediante canastas indexadas al CER que, a pesar de ofrecer tasas reales negativas, resultaron atractivas al ofrecer instrumentos con vencimiento previo a las próximas elecciones”.

El Gobierno tiene, en el primer semestre, un límite de $438.500 millones para la emisión monetaria del BCRA para financiar rojo fiscal. Como ya le envió $380.500 millones, sólo le quedan $58.000 millones de margen. En las primeras tres semanas de mayo le mandó adelantos transitorios por alrededor de $85.000 millones semanales. Si repitiera ese ritmo en algún momento de lo que queda del mes y junio, la meta quedaría automáticamente incumplida. Ahí en es en donde se vuelven fundamentales las licitaciones del Tesoro, que buscan tentar al mercado y captar pesos que andan girando.

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