El golpe de calor es un riesgo latente durante los meses de verano, especialmente para los adultos mayores. Las altas temperaturas pueden causar problemas graves de salud si no se toman las precauciones necesarias. Por fortuna, hay estrategias simples que pueden prevenir estos efectos adversos.

Un truco esencial es mantener la hidratación constante. Los adultos mayores deben beber agua regularmente, incluso si no sienten sed. También es importante evitar la exposición directa al sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, que es cuando las temperaturas alcanzan su pico máximo.

 

Recomendaciones clave para adultos mayores Vestimenta adecuada: Usar ropa liviana, de colores claros y tejidos transpirables como el algodón. Espacios frescos: Permitir que se mantengan en ambientes con buena ventilación o aire acondicionado. Chequeos frecuentes: Monitorizar su temperatura corporal y buscar signos de deshidratación.

Familiares y cuidadores deben estar atentos a síntomas como mareos, confusión o debilidad extrema, que pueden ser indicios de un golpe de calor. En estos casos, actuar rápidamente puede ser vital para preservar la salud del adulto mayor.

Estos consejos son cruciales para afrontar el calor extremo y proteger a los sectores más vulnerables de la población.