Dio vueltas y más vueltas. Que sí, que no, que quizás... Que el problema son los bots, que el problema es el CEO, que el problema es la mentira. Elon Musk puso miles de excusas a la compra de Twitter después de acordar un valor de 44.000 millones de dólares. Sin embargo, acorralado por su propia iniciativa y la Justicia, finalmente accedió a pagar el precio. Ahora, más de medio año después, admitió que la compra fue una mala decisión financiera. 

"Queda por ver si esto fue inteligente desde el punto de vista financiero, actualmente no lo es", le dijo el CEO de Tesla en una entrevista en Fox News. Musk explicó que Twitter vale solo la mitad de su precio de compra, lo que confirma un documento interno de la compañía del mes pasado, donde valora a la empresa en alrededor de 20.000 millones de dólares.

"Lo compré por al menos el doble de lo que debería haber sido comprado. Mi timing fue terrible", lamentó el multimillonario en diálogo con el periodista Tucker Carlson. La semana pasada, Musk había confesado que se sentía "bajo ataque constante" por su papel en Twitter. 

 

Twitter: un caos del que Musk no se arrepiente

Desde que llegó Musk, la empresa cambio muchísimo. Una de las primeras medidas fue echar al 75% de su personal, y exigir que quienes querían quedarse debían demostrarlo. No estuvo exento de problemas: a algunos despedidos se les pidió que volvieran, otros lograron su reincorporación por Twitter y hasta hubo denuncias hechas. 

En el plano de la red social, también hubo grandes modificaciones. El verificado azul quedó solo para quienes pagaban por el renovado Twitter Blue, aunque después sumó distintos colores según quién era la persona detrás de la cuenta. Cualquiera que pague puede tener el tick, así que hubo muchos bromistas que se hicieron pasar por otras personas y generaron verdaderos líos que hasta derrumbaron acciones de empresas.  

A nivel económico, el problema es gigante: la compañía no para de perder dinero y ni los despidos ni Twitter Blue pueden frenarlo. Puertas adentro, Musk le dijo a sus empleados que la empresa estaba en camino a la bancarrota, pero en público declaró que Twitter podría convertirse en la empresa más valiosa del mundo.

El centro de investigación Media Matters dijo que la mitad de los 100 principales anunciantes de la plataforma se fueron en los primeros 25 días de Musk al mando. The Wall Street Journal informó que, a medida que los anunciantes huyeron, los ingresos y las ganancias ajustadas de Twitter cayeron aproximadamente un 40% en diciembre en comparación con el mismo mes de 2021.

Sin embargo, nada de esto frena a Elon Musk. En diálogo con Fox News, afirmó que el costo monetario de Twitter es "un tema secundario en comparación con asegurar la fortaleza de la democracia". "Algunas cosas no tienen precio", reiteró el magnate. Su objetivo principal sigue siendo hacer de Twitter un paraíso para la libertad de expresión, a pesar de que suspendió arbitrariamente a críticos y competidores desde que se hizo cargo de la red social.

Del equilibrio a la expansión

Musk hizo su oferta para comprar Twitter en medio de una recesión histórica para las empresas tecnológicas. El sector de tecnología Nasdaq 100 perdió casi el 30% de su valor entre el momento en que Musk hizo su oferta en abril de 2022 y poco antes de que se cerrara el trato en octubre. Eso, sumado a los muchos problemas que ya tenían, hizo que la empresa sufriera hasta encontrar hace poco un punto de "equilibrio aproximado", según reveló el fundador de SpaceX la semana pasada —dato difícil de refutar: los números reales están ocultos porque la empresa ahora es privada—. 

A futuro, Musk insistió en sumar muchísimos suscriptores a través del servicio Twitter Blue de la plataforma, algo crucial para su futura estabilidad financiera. Hasta ahora, eso no está dando resultado: Mashable analizó que el mes pasado que Twitter solo tenía alrededor de 475.000 suscriptores de pago, menos del 0,2% de sus usuarios activos diarios.

Además, el magnate dijo en otra parte de la entrevista que quiere construir algo que él llama TruthGPT, que describe como "una Inteligencia Artificial máxima que busca la verdad y trata de comprender la naturaleza del universo". El nombre es una referencia aparente a ChatGPT, el chatbot viral de IA creado por OpenAI, al que Musk se refirió muchas veces y por el que se peleó con Bill Gates.