Para empezar, tanto las empresas como los ciudadanos europeos están sufriendo las consecuencias de los altos tipos de interés. Hasta ahora, sin embargo, esto no se ha convertido en una catástrofe.

Por supuesto, si no incluimos el colapso de Credit Suisse.

El problema es que, según los economistas, las consecuencias de las medidas del BCE se dejarán sentir dolorosamente en 2024 y provocarán una contracción de la economía del 3,8%.

Y esto sigue siendo una previsión optimista. La previsión pesimista es posible en caso de precios altos de la energía y cese de las ayudas públicas y llevará a un descenso de alrededor del 5%.

Los crecientes problemas de EE.UU. tampoco favorecen a la UE, al igual que el par EURUSD.

Si la primera economía entra en recesión, la UE perderá un importante mercado de bienes, lo que inevitablemente afectará a los márgenes de las empresas, el PIB de la zona, etc.

Además, una mayor ralentización en China afectará a la producción industrial y a la inversión, así como a los sectores del lujo y la minería. Los resultados del tercer trimestre ofrecerán un panorama claro.

Por último, no hay que olvidar la geopolítica. Otra ronda de agravamiento de las relaciones con Rusia puede provocar un aumento de los precios de la energía, lo que amenaza con otra oleada de inflación.

Resumiendo, aunque las agencias de calificación aún no han tomado medidas contra los países europeos, resulta claro que se han acumulado demasiados problemas en el último año y medio.

¿Conducirán a una crisis en toda regla? Las condiciones previas están dadas, pero aún no está claro si se cumplirán, pero prepárese para una probable tormenta bursátil.  Para facilitar el seguimiento del cambio de tendencia, se recomienda utilizar un stock screener.

* Analista de TradingView